El ministro de Fomento, José Blanco, anunció ayer que será el año próximo, a finales de 2011, cuando Ourense y Santiago "estrenen la alta velocidad electrificada a plenitud de rendimiento en Galicia", para lo que se adjudicarán las obras de los accesos a la capital ourensana desde Compostela en el próximo consejo de ADIF, a finales de mes.

Una revelación que hizo durante su intervención en el acto de clausura de las jornadas que sobre la alta velocidad organizó el Concello de Ourense, en el que estuvo acompañado por el alcalde Francisco Rodríguez, altos cargos del Ministerio de Fomento, así como una nutrida representación política, entre los que se encontraban el diputado del PP Celso Delgado y el senador del BNG Pérez Bouza, –en un acto que calificó de "concertación"–, así como empresarial, sindical y otros colectivos sociales.

Sostiene Blanco que la conexión entre ambas ciudades –Ourense y Santiago, que fue la última en ponerse en servicio en el siglo XX en Galicia–, será ahora la "pionera" en el modo de transporte del siglo XXI, y recalcó la "gran oportunidad" que se presenta para Galicia con la llegada de la alta velocidad, por entender que es un factor de cambio y competitividad "capaz de redefinir toda la dinámica socioeconómica de una región".

Compromisos

También aludió el ministro de Fomento al cumplimiento de compromisos presupuestarios sobre lo programado para 2009, con una licitación de en torno a los 1.500 millones de euros, con lo que se superó en más de 140 millones de euros de los que inicialmente se habían previsto en el protocolo firmado con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Se trata de licitaciones que han ido dirigidas a todas las líneas de alta velocidad en planificación y construcción para traer la alta velocidad a Galicia, con lo que se culminaron objetivos importantes, como fue completar la licitación de obra de los tramos que quedaban pendientes entre Zamora y Lubián, invirtiendo 355 millones de euros, con lo que todo el trazado de alta velocidad desde Madrid hasta el límite entre Castilla y Galicia ya está en obras o en servicio.

Y puso especial énfasis en que "hemos podido al fin comenzar a licitar obras en los complejos tramos entre Lubián y Ourense, después de asumir el compromiso de revisar y reformar los trazados inicialmente previstos, lo que supuso un "retraso de pocos meses", lo que llevó a "movilizar todos los recursos económicos necesarios en un momento de restricción presupuestaria".

Además de explicar que "no es fácil movilizar más de 4.600 millones de euros en menos de dos años" para seguir teniendo capacidad ejecutiva en ese reto que es traer la alta velocidad a Galicia, José Blanco proclamó que esa dinámica inversora se mantendrá durante 2010, y "seguiremos invirtiendo donde más se necesita y cuando más hace falta".

Lo que también adelantó el ministro de Fomento es la firma con la Xunta y el Concello de Ourense de un protocolo de integración que permita el desarrollo de una estación intermodal, "algo para lo que ya hemos empezado a trabajar " y que se avanzará en la próxima reunión a celebrar el 1 de febrero entre el equipo de Fomento, la Xunta y el Concello.

Blancó dejó clara la apuesta de Fomento por la intermodalidad en el transporte, esgrimiendo como razones de peso que "ayuda a incrementar la calidad del servicio prestado, a mejorar tiempos de desplazamientos y a reducir costes ambientales y de mantenimiento".

Una treintena de manifestantes, de colectivos de la plataforma "Salva o Tren" recibieron al ministro con pitos e incluso desplegaron una pancarta en el interior del salón de actos.