La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) calaficó el proyecto del centro aeronáutico de Trasmiras como el "clásico globo sonda co que determinadas corporacións pretenden acadar posicións ventaxosas nas posteriores negociacións cos gobernos".

El salto a los medios de la noticia de la "megaconstrucción" de un centro de fabricación de aviones espía en la comarca de A Limia supone para la organización ecologista una "formidable campaña publicitaria" con el que se pretende "revestir dun verniz case filantrópico proxectos que en moitas ocasións agochan verdadeiras catástrofes ambientais guiadas por escuros intereses especulativos", comenta Xan Carlos Fernández, responsable de Adega.

Desde el concello de Trasmiras se muestran sorprendidos por el salto a los medios de la noticia del complejo militar. Emilio Pazos, alcalde de la localidad, afirma que le cogió de repente la noticia y sin saber "porqué, cómo, ni cuándo" se cubrió la información, indicando que su única relación directa con el proyecto fue el contacto que mantuvo con unos "técnicos que sólo vinieron a valorar si cumpliamos los requisitos, como así ocurrió".

Las supuestas infraestructuras que se construirían en el concello arraiano entrarían en contradicción con el desenvolvimiento sostenible y la conservación de los valores naturales de la chaira de A Limia, comentan desde la organización ecologista. Asimismo, lanzan la pregunta de cuáles serán los límites que se impondrán al complejo industrial, ya que podría privar a los vecinos "de sus actuales casas baixo a promesa dun novo concello feito desde cero".

Unas limitaciones que el alcalde ya se comprometió a exigir preservando el beneficio vecinal para "causar la menor molestia posible a la población".

Adega ejemplifica sus temores de producirse una "maniobra político-especulativa" tal y como ocurrió con la "busca de petróleo fronte ás rías galegas, que acadou dimensións da debre do ouro negro, consumiu abundantes recursos públicos nas prospeccións para que algunha empresa puxera a traballar un barco inactivo", denuncian los ecologistas.

Por otra parte, tambiéncritican que se de cobijo a unas instalaciones para aviones espía no tripulados de baja velocidad, "xusto usados en masacres como a recente de Gaza ou a guerra contra o terrorismo en Irak e Afganistán". Este hecho "poría a Galiza no mapa dos conflitos violentos de todo o mundo, facendo necesario blindar o complexo militar con medidas de seguridade propias de países en guerra e non da sociedade pacífica que somos hoxe", asegura uno de los responsables.

Por todos estos motivos, Adega hace un llamamiento a "manter os pés na terra" y a trabajar a favor del desenvolvimiento sostenible desde una perspectiva próxima al ecopacifismo.