Los vecinos de la zona de A Carballeira son los primeros en cuestionar el proyecto de la ronda bulevar que unirá la ciudad de norte a sur, y que fue presentado el jueves por el alcalde Francisco Rodríguez y la concejal de Urbanismo, Aurea Soto. Las discrepancias surgen en torno al trazado del nuevo vial en la plaza de La Legíón, que finalmente está previsto sea en superficie y no subterráneo.

El presidente de la asociación de vecinos "Carlasca", Arturo Rodríguez, aseguró ayer que en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Ourense se contempla que el vial de la ronda bulevar en esa zona sea subterráneo, una "exigencia que habíamos trasladado al gobierno del PP, y que finalmente se plasmó el Plan de Urbanismo".

Aunque la postura de los vecinos se concretará después de la asamblea abierta que tienen previsto celebrar la próxima semana, Arturo Rodríguez dejó la puerta abierta a la negociación con el Concello de Ourense: "No vamos aceptar que vaya en superficie a cambio de nada". Y advierte de que si no hay compensaciones "nos opondremos, como ya hicimos en su momento".

Es por eso que la pretensión del presidente de la asociación de vecinos es que acudan a la asamblea los representantes de los tres partidos políticos -PSOE, BNG, que forman el gobierno bipartito, y el PP- para poder trasladarles los problemas que supone la construcción del vial en superficie.

Inconvenientes

Arturo Rodríguez alertó sobre los inconvenientes que tiene el proyecto de ronda bulevar, que por otra parte considera "fundamental para el desarrollo de la ciudad", tal y como está diseñado en esa zona, y que tiene su principal referencia en que "acabará con la paz de que disfrutamos en el parque de la Legión", ya que se verá rodeado por dos nuevos viales, con lo que eso supone.

También señala que se eliminará la zona deportiva con que cuentan en estos momentos los vecinos del barrio de A Carballeira, además de que se suprimirán entorno a unas 100 plazas de aparcamiento, que es uno de los problemas que tienen en estos momentos los vecinos, y que se verá agravado con la ejecución de la ronda bulevar.

Consciente de que la construcción de un vial subterráneo supone un "coste muy grande", que la concejal de Urbanismo cifró en unos 12 millones de euros, el presidente de la asociación vecinal "Carlasca" recuerda que estaba previsto que la obra la asumiese la Consellería de Política Territorial, que ahora se hace cargo de la construcción de una glorieta y un nuevo puente sobre el río Barbañica.

A este respecto, Arturo Rodríguez aporta una nueva solución para asumir el coste del vial, y que pasaría por "cargar algo más a la iniciativa privada en el aprovechamiento urbanístico que obtendrán en esas áreas de reparto" donde se construirán nuevas urbanizaciones.

Plazos y financiación

Lo que provoca recelo en los colectivos vecinales de las zonas por donde discurre la ronda bulevar está relacionado con los plazos de ejecución de las obras, que según el Concello de Ourense será de 6 años, y la financiación, que está en función de la iniciativa privada a través de los desarrollos urbanísticos.

El presidente de "Anacos da Cidade", Miguel Doval, duda de que se cumplan los plazos, teniendo en cuenta la "cantidad de anuncios y proyectos que se vienen realizando y luego no se hacen realidad, aunque espera que en este caso se cumplan, ya que "supone un cambio radical para la ciudad".

Arturo Rodríguez es más pesimista en el tema de los plazos de ejecución de la ronda bulevar, debido a que "a los políticos les creo muy poco", además de que todo está en función de que se puedan desarrollar las áreas de reparto por parte de a inactiva privada, que será la que marque los tiempos.

Una apreciación con la que coincide el presidente de la asociación de vecinos "Arranxar", Eladio Pérez Reinoso, que pone en acento de duda en el tema de la financiación, debido a la situación de crisis por la que está atravesando en estos momentos el sector de la construcción.

Así, teniendo en cuenta "la paralización que hay tanto en la ciudad como en las zonas limítrofes", donde se venían construyendo nuevas urbanizaciones, cuestiona que en esos seis años que fijó la concejal de Urbanismo se puedan cumplir.

Pero en lo que coinciden los tres representantes vecinales es que se trata de un proyecto "muy positivo y necesario para la ciudad", ya que además de estructurar la ciudad conectando los barrios de O Couto, A Carballeira, Mariñamansa, Marcelo Macías, la Finca Sevilla, así como las zonas de Rabo de Galo y Salto do Can, permitirá resolver los problemas de tráfico, debido a la saturación de las principales arterias viales de la ciudad.