El acusado de cometer seis de delitos de robo con violencia y utilización de armas en varios establecimientos de la ciudad, Salvador G.C., que se encuentra en prisión provisional por estos hechos, se conformó ayer con la pena que solicitó el fiscal de 25 años y dos meses de prisión. El imputado intimidaba y amenazaba a sus víctimas con una jeringuilla y, en una ocasión, con una navaja.

El primero de los hechos que se cometió ocurrió el 31 de enero de 2007, cuando Salvador entró en la "Librería Cope" y pasó por detrás del mostrador, donde se encontraba la propietaria del establecimiento, a la que le exhibió una jeringuilla con la que la intimidó a la vez que le decía: "Vamos a tener las cosas claras; dame todo el dinero". Ante el temor de que la pinchara, ésta abrió la caja registradora, momento en el que el acusado cogió el efectivo que había en ese momento, unos 294,22 euros, y se dio a la fuga.

El segundo caso ocurrió al día siguiente, esta vez en Muebles Martínez, donde también se dirigió a la propietaria diciéndole "dame todo lo que tienes o si no te clavo la jeringuilla", por lo que ésta se apartó. De inmediato la sujetó y la obligó a ir a la oficina, donde cogió su bolso y le dio 270 euros que llevaba en la cartera.

El siguiente robo lo cometió el día 2 de febrero. En este caso fue en la Parafarmacia Famagasa, donde se encontraban dos mujeres atendiendo, por lo que se dirigió a una de ellas, la agarró por el brazo y de forma imprevista sacó una navaja que le colocó en el estómago. Al mismo tiempo le decía "dame la recaudación", ante lo que ella le respondió que tenía que coger una llave, ya que la caja estaba cerrada, por lo que él le advirtió que "no se complicase la vida" y le entregase el dinero.

Ante el temor que sentía, la mujer abrió la caja y le dio el dinero que había en la misma, unos 200 euros. A continuación el acusado les exigió a las dos empleadas que entregasen sus carteras y ellas le respondieron que no las tenían consigo. Una comentó que había otro cliente en la parafarmacia, por lo que el imputado se dio a la fuga.

Por la espalda

En el mismo día el acusado entró en la Floristería Sagrado Corazón, donde le pidió a la dueña que le diera flores. Cuando ésta se giró para cogerlas, el imputado la sujetó por la espalda y le mostró una jeringuilla ensangrentada, por lo que ésta le entregó 525 euros, dándose a continuación a la fuga.

Así, dos días después, Salvador G.C. entró en la Farmacia Gómez Merino, en la que también había dos mujeres atendiendo, por lo que se dirigió a unas de ellas y, esgrimiendo una jeringuilla que luego le colocó en el costado, la llevó hasta la caja diciéndole: "Dame el dinero de la caja si no te clavo y te infecto". Ella le entregó 60 euros, y como a este le pareció poco, le pidió más, por lo que le dio otros 80 euros que había en la cartera de la otra dependienta, ya que en la de ella no había nada.

El último de los casos que cometió a este hombre ocurrió en la Pastelería Digna, donde también sujetó a la dueña por el brazo y le pidió la recaudación, entregándole la mujer 150 euros.

El acusado, además de conformarse en el juzgado con los 25 años y dos meses de prisión, deberá hacerse cargo de las costas del juicio, según consta en la resolución.

En cuando a la responsabilidad civil, el acusado deberá indemnizar a todas las víctimas con la cantidad de dinero que les sustrajo, aunque dos de ellas renunciaron a la misma.