Las nasas vuelven a invadir los muelles. La campaña de explotación del pulpo toca su final para dejar paso a una veda de mes y medio, un periodo durante el que los aparejos de pesca deben volver a tierra. La temporada que se cerró ayer deja una de cal y otra de arena. La noticia positiva son los precios del cefalópodo, que rozaban máximos de 16 euros el kilo. La parte negativa es que ese auge en las cotizaciones está relacionado con la escasez de la especie. Los números hablan por sí solos: la campaña 2016/17 [abarca de julio a mayo] se cerró con más de medio millón de kilos de pulpo descargados en Bueu, Cangas y Aldán, mientras que la 2017/18 concluye con algo más de 195.000 kilos. Dicho de otro modo: un 61% menos debido a que se capturaron 314.500 kilos menos.

Pocas veces el inicio de la veda ha sido tan necesario. Más aún después de comprobar que tras la sucesión de temporales de los meses de invierno las capturas seguían sin recuperarse y los precios continuaban una escalada casi imparable. "Se non chega a ser polo prezo case non compensaba saír ao mar", afirmaban ayer algunos marineros en Bueu.

El puerto buenense, con una de las mayores flotas de Galicia, es el que más ha sufrido en O Morrazo durante esta campaña. La anterior se saldó rozando unas descargas de 330.000 kilos y unos ingresos de 2.144.600 euros. Las cifras de la temporada que se clausuró ayer son radicalmente diferentes: 122.000 kilos de pulpo y una facturación de 1.252.900 euros.

La persistente escasez conllevó durante estos meses un alza sostenida en los precios, hasta llegar a una cotización máxima de 15,90 euros que ha convertido a la especie en un producto casi prohibitivo. Tanto que algunos restaurantes se vieron obligados a retirarla de su carta ante la imposibilidad de repercutir ese coste a sus clientes. De esta manera el precio medio del pulpo roza los 12 euros, que son cinco euros más que con respecto al año anterior. No obstante, ese tirón es insuficiente para compensar la tremenda caída en las capturas. Muchos barcos de Bueu optaron por cambiar de arte o bien reducir las jornadas que salían a faenar. Estos días eran apenas una quincena los que salieron al mar, con unas capturas globales de entre 500 y 600 kilos diarios.

La lonja de Cangas también ha notado la situación de la pesquería, con un descenso de capturas por encima del 50%. Los barcos cangueses desembarcaron en la campaña 2016/17 más de 118.000 kilos de cefalópodo, una cantidad que en la actual se redujo a apenas 52.000 kilos. La facturación baja de 793.500 euros a a 572.000. La cofradía de Aldán-O Hío tampoco escapa de un problema que se repite en toda la costa gallega. Las capturas se redujeron de casi 62.000 kilos a menos de 21.000, mientras que los ingresos caen desde los 403.000 euros a poco más de 220.000 euros.

Regreso el 2 de julio

La veda estará vigente hasta el lunes 2 de julio. A partir de entonces se sabrá si este mes y medio de parón absoluto ha sido suficiente para normalizar la situación o si a los naseiros les espera otra campaña de pocas capturas y precios disparados.