El colegio de A Torre de Cela acumula en lo que va de año cuatro inspecciones de la Consellería de Sanidade a causa de la calidad del agua. Unas visitas en las que se detectaron una serie "inconformidades" o incumplimientos que incluso obligaron a prohibir durante al menos un día el consumo de agua, tal como se le hizo constar al Concello de Bueu. El centro educativo de A Torre es el único del municipio que no está conectado a la red municipal de suministro de agua y se abastece a través de un manantial y de un pozo. El problema podría entrar en vías de solución a partir de la próxima semana ya que está previsto que comiencen las obras para enganchar el centro educativo a la red general, tal como anunció este lunes en el pleno el alcalde de Bueu, Félix Juncal, ante una pregunta del concejal del PSOE, José Manuel Vilas.

La primera visita de Sanidade al colegio de A Torre es del 29 de enero, una inspección de la que deriva un acta en la que se enumeraban una importante lista de inconformidades. La más importante era que el manantial estaba sin clorar. Esto significa que no se podía garantizar su potabilidad, razón por la que la inspección de Sanidade advirtió que no se consumiese el agua y se recomendó al alumnado que la trajese embotellada.

Esta restricción se levantó al día siguiente, después de que la situación fuese comunicada al Concello de Bueu, se procediese al clorado del pozo y una nueva inspección de Sanidade. El acta reflejaba otra serie de incumplimientos referidos a la realización de registros diarios de desinfectante o a la limpieza y control de los depósitos de agua, que no se realizaban desde el mes de octubre debido a que la persona encargada, que es el conserje municipal, se encuentra de baja por accidente.

También detectan inconformidades en el plan de prevención de la legionella, como la ausencia de controles diarios de la temperatura del acumulador desde octubre así como de determinadas revisiones en los acumuladores, caldera o grifería. Una ausencia de registros que también se vincula con la baja del trabajador municipal.

Desde Sanidade se dio un mes de plazo para subsanar esas deficiencias y el 1 de marzo se realizó la tercera inspección. La situación general mejoró, pero se mantienen una serie de incumplimientos que motivan una cuarta visita, que se produce el pasado 19 de abril. Es la última hasta la fecha, en la que todavía se detectan algunos aspectos a subsanar: el depósito sigue sin señalizar, ausencia de un protocolo de autocontrol del abastecimiento o una temperatura de 61º en el agua almacenada en el acumulador, según registra el propio termómetro del aparato.

Advertencia al Concello

La consellería puso esta situación en conocimiento del Concello de Bueu para que tomase cartas en el asunto ya que se trata de un asunto de su competencia. La alternativa más eficaz es la conexión a la red municipal de abastecimiento, unos trabajos que está previsto que comiencen durante la próxima semana y que asumirán el propio Concello y la concesionaria municipal del servicio de abastecimiento y saneamiento, Aqualia.