El Concello de Moaña concluyó la rehabilitación del lavadero da Ponte, en la Porta do Sol, en Meira, junto a la PO-551, y ayer se llenó de alumnos del colegio de A Guía en una clase práctica para explicarles cómo se lavaba antes, cómo funcionaba el lavadero, quién se encargaba de limpiarlo y toda aquella actividad tan normal hace medio siglo y que se ha convertido en algo del pasado.

La vecina Isolina Piñeiro, de 87 años, fue la encargada de dar esa clase práctica, después de una teórica que ya ofreció días atrás en el colegio. Las decenas de alumnos disfrutaron con sus explicaciones y ella con los escolares que después, en un día casi de verano disfrutaron de un paseo por la ensenada de Samertolaméu, coincidiendo con una gran bajamar.

La obra de restauración del lavadero se realizó con una subvención de la Diputación de 22.317 euros y al amparo de la ayudas para la rehabilitación y señalización del patrimonio histórico-cultural de los concellos de la provincia.