La mayor incógnita actual en relación a la obra de desdoblamiento del Corredor do Morrazo y su conversión en autovía es la fecha exacta de la reapertura de los dos primeros subtramos que, en la práctica, supone la puesta en servicio de los primeros siete kilómetros de la ansiada autovía, así como su conexión directa con el puente de Rande.

Desde la Xunta barajan las dos primeras semanas de mayo para su apertura, por lo que los problemas más graves en el tráfico de O Morrazo encontrarán una solución en el plazo de un mes.

Aunque desde la Consellería de Infraestruturas todavía no fijan una fecha exacta, declararon en varias ocasiones que la oleada de temporales que sacude a la comarca desde la entrada en 2017 no han alterado las previsiones iniciales ni el trabajo de desdoblamiento en los dos primeros subtramos. Ahora se sabe que el refuerzo del servicio de ambulancias aplicado como una de las medidas correctas por el cierre temporal del Corredor dejará de ser efectivo el próximo 9 de mayo, fecha en torno a la cual la Xunta debe poner en funcionamiento los nuevos dos carriles.

Ello implicará la finalización de dos terceras partes de la obra de la autovía, que quedaría solo pendiente del tercer subtramo -hasta la salida de Cangas- y que no estará lista al menos hasta la primavera de 2019. Eso sí, en este último subtramo no se contempla ningún corte a la circulación del Corredor.

Son miles los conductores de O Morrazo que suspiran por la puesta en funcionamiento de esos primeros kilómetros de la autovía, para evitar por fin los atascos que se generan en estos momentos a las horas puntas tanto en la PO-551 a su paso por el municipio moañés como en la salida habilitada, en el cruce entre la carretera general y la carretera provincial de Meira de Arriba.

La pasada semana, en el tramo de Meira, el personal de la empresa Dragados extendía ya la última capa de firme de los cuatro carriles, por lo que estaría pendiente de actuaciones finales como el pintado y la señalización.

Túnel

En lo que respecta al primer subtramo, los trabajadores de Copasa están finalizando los trabajos en el túnel de Montealegre. La ampliación de esta estructura por ambos márgenes para salvar en su integridad el yacimiento castreño de Domaio es precisamente la razón de que a comienzos de octubre se cortase el Corredor.

La ampliación del túnel es la estructura más compleja de toda la obra. Su configuración lo convertirá en uno de los túneles más anchos de España con 21,8 metros que acogerán los cuatro carriles. Contará con cinco metros de altura en su parte más baja y 10 en el centro. Tendrá una longitud de 90 metros.

Las barreras de hormigón que separarán ambos sentidos de la autovía se están instalado desde finales del mes de marzo.