Un técnico de Patrimonio visitó las piezas del cruceiro barroco de San Martiño sometidas a restauración por el Concello, para conceder el visto bueno al trabajo planteado. Comprobó la propia cruz, retirada el día 20 de marzo, así como la base, el fuste y el capitel, que permanecen en su ubicación original debido al riesgo que planteó en el momento del desmontaje y la amenaza de profundizar en las grietas presentes. El técnico del departamento de la Xunta accedió a mantener la valla metálica que rodea la pieza artística, pese a que no es original de la obra, al argumentar el edil de Cultura motivos de seguridad, sobre todo durante las concurridas fiestas de San Martiño.
Por otro lado el propio concejal de Cultura, Salvador Meira, visitó ayer el cruceiro de Pasante, en Sabaceda, junto al arquitecto que redactó la actuación de restauración del de San Martiño. La intención es redactar un nuevo proyecto y obtener el visto bueno de Patrimonio para corregir problemas que presenta la pieza de Sabaceda como la pérdida de color o la inclinación de las imágenes religiosas.
La policromía es, precisamente, el rasgo característico del cruceiro de Pasante. Es el único de este tipo en todo el municipio. En el libro "Cruceiros do Concello de Moaña" dirigido en 1981 por Jaime Iglesias González, se describe este cruceiro ubicado cerca de la PO-313 aludiendo a los seis escalones de su base. El fuste tiene cuatro metros de altura y el capitel es complejo, con motivos vegetales, volutas en las esquinas e imágenes de ángeles entre ellas. La cruz es de sección casi circular imitando a la madera. En el frente representa a Cristo crucificado y en la parte posterior a la "Virgen Dolorosa". Sin fijar exactamente su fecha de construcción, este estudio estima la antigüedad de la pieza en unos 350 años.
