La Cofradía de Pescadores San Martiño de Bueu ha cerrado la campaña del erizo con 340.587 euros facturados y una abierta satisfacción por el incremento del precio medio con respecto a años anteriores. El cabildo valora positivamente un ejercicio marcado tanto por la reducción del volumen de capturas de 120 a 100 kilos por embarcación -y que entró en vigor a principios de 2017- como por el hecho de faenar únicamente tres días a la semana, una medida orientada a favorecer la sostenibilidad de la pesquería.

Las cifras globales hablan de la entrada en lonja de un total de 40.409 kilos de producto desde la apertura de la campaña en octubre del año pasado hasta su cierre la pasada semana. El grueso de ellos fueron capturados en los meses finales de 2017, en concreto 22.321 kilos (con algo más de 195.000 euros de volumen de negocio) y unos precios que oscilaron entre los 6 y los 14,30 euros. El precio medio fue de 8,75 euros. En los tres meses de 2018 en los que las embarcaciones faenaron, las capturas supusieron 18.088 kilos con 145.385 euros de facturación. Los precios se movieron entre los 6 y los 11 euros para arrojar una media de 8,04 euros por kilo. En la campaña anterior (la 2016-2017) hubo 59.726 kilos de erizo en lonja con 448.765 euros de facturación. Los precios medios fueron de 8,17 euros en 2016, y bajaron a 6,62 en el primer trimestre del ejercicio 2017.

"A valoración ten que ser positiva porque con menos kilos logramos subir os prezos medios. A pesquería non se sobrecarga e seguimos mellorando", apuntan desde la cofradía buenense. La diferencia en las cifras globales hay que buscarla en la reducción de los topes máximos de capturas, 50 kilos por buceador hasta un máximo de 100 por embarcación, en lugar de los 120 permitidos hasta finales de 2016. Además, se ha pasado a faenar únicamente tres días. "Estamos ofrecendo madurez, porque respetamos o recurso e este da un bo rendemento", explican desde la cofradía. Los días en los que se salía al mar se decidían cada semana en función de la oferta y la demanda.

El sector decidió asimismo adelantar el cierre de la campaña y renunciar al mes de abril. El inicio del desove y la consiguiente pérdida de calidad del producto lo aconsejaban, así como el hecho de poder dar un mes más para que la pesquería se mantenga en buenas condiciones. Los 6-7 barcos que han trabajado este año con el erizo se pasarán ahora a otros productos, como el percebe o la navaja.

El erizo que entra en la lonja de Bueu va destinado en su práctica totalidad a las exportaciones. Francia e Italia son los países que más lo demandan, "e en España queda moi pouco porque non é un producto tan valorado e non se poderían manter estos prezos".