La bengala roja que se vio en la noche del miércoles en Bueu salió de la zona entre Agrelo y Loureiro. Uno de los barcos que participó en el inmediato rastreo vio lo que parecían unos jóvenes salir corriendo de la playa de Agrelo. Pero eso no evita, ni mucho menos, el despliegue de un operativo de salvamento. "Nunha situación así non pode haber incertidumes. Hai que saír e buscar ata poder descartar un accidente", explica el presidente de Protección Civil Cangas y de los voluntarios de Pontevedra, Cesáreo Coya. La agrupación de Cangas recibió solo durante el año pasado trece llamadas que finalmente resultaron ser falsas alertas.

El patrón mayor de Bueu advierte de que este tipo de actos tienen otro riesgo. "Ao final pode pasar como no conto de Pedro e o lobo: a xente pode acabar pensando 'aí está o chistoso de turno lanzando outra bengala' e ao final non avisar cando quizais si que hai unha emerxencia real e de verdade na que se precisa axuda".

El operativo de rastreo del miércoles se prolongó durante más de una hora, hasta que se tuvo la certeza de que no había ocurrido ningún accidente marítimo. Pero, ¿qué hubiese pasado si en mitad de ese operativo hubiese surgido una emergencia de verdad en otro lugar? "Iso é algo a ter moi en conta. O helicóptero, despois dunha hora no aire ía ter que voltar á base no aeroporto de Vigo para repostar combustible e logo desprazarse a esa emerxencia, coa conseguinte perda de tempo que iso conleva", advierten desde Protección Civil, que reclama más concienciación y sensibilización.