Las tres demoliciones que la Aplu realizó en Bueu el año pasado correspondieron a una construcción, reforma y modificación de estructura existente, que se ejecutó en enero, y que era ilegalizable al estar en suelo no urbanizable de protección de costa. También se demolieron varias casetas prefabricadas en dominio público, en el mes de junio; y una caseta de madera, en el mes de agosto.

La actuación de la APLU en este municipio disminuyó con respecto a 2016, cuando Bueu lideraba el ranking de derribos de obra ilegal en la comarca, con 7 ejecuciones. Cangas registraba, entonces, 6; y Moaña aparecía con 2 en la zona de A Borna.

De todas formas, la actividad de la Aplu ha ido en aumento desde su inicio en 2007. En 2008 constan en Galicia al menos 7 derribos, de los que uno fue en Bueu. Era una vivienda en suelo rústico de protección de espacios naturales. En 2009, la cifra ya subió a 33 demoliciones en Galicia, de la que 3 fueron en Bueu y 1 en Cangas.

La actividaden 2017 ha sido la más elevada en la historia de esta Axencia. En los seis primeros meses del año resolvió 226 expedientes de reposición de la legalidad, casi el doble que hace cinco años. El 72% de los derribos es por inspección de la agencia, mientras que la labor de control de los concellos se queda en el 9%.