El calvario que supuso para los vecinos de Moaña la actualización de los valores catastrales en 2008, con una subida escalonada y de forma consecutiva durante diez años de los impuestos de bienes inmuebles de naturaleza urbana y rústica (IBI), llega a su fin. En los presupuestos del Concello de Moaña para 2018, el más doloroso de los impuestos para los vecinos, que supone el 28,2% de los presupuestos municipales, los ingresos por este concepto permanecerán congelados. En los presupuestos de este año 2017, que ascendieron a 10,5 millones de euros, el IBI figuraba con una partida de algo más de 3 millones de euros, con un incremento de 3,51 puntos porcentuales respecto del presupuesto de 2016 como consecuencia de aquella valoración catastral y también de la actualización de los bienes urbanos que se llevó a cabo en ese año. En los presupuestos de 2016, los primeros después de cinco años prorrogados, la recaudación del IBI era de 2,4 millones de euros, lo que representaba un 25,21% de los presupuestos.

El concejal de Hacienda de Moaña, Aldán Santamarina, confirma que efectivamente acabó el período de diez años durante los cuales se fueron implantando los valores catastrales de 2008: "Agora xa están implantados polo que o IBI en 2018 non vai subir. Pero quero recordar que os valores catastrais os fixa a Dirección General del Catastro e o Concello o único que pode decidir é o tipo de gravame que aplica, e tanto no IBI urbano como no rústico, na ordenanza de Moaña temos o mínimo que permite a lei (0,4% urbano e 0,3% rústico)".

Hay que recordar que la subida de los valores catastrales, que aprobó el Gobierno central siendo alcalde el nacionalista Xosé Manuel Millán, supuso la creación de una plataforma anticatastro que protagonizó sucesivas protestas, encierros durmiendo en el Concello, incluso una huelga de hambre por parte de cinco vecinos.

La subida de los valores se había realizado por el retraso en la actualización que arrastraba Moaña, en donde no se habían revisado los valores desde hacía 18 años.Aquella subida suponía un incremento medio del 160% que se vio, en cierta manera, compensada con una reducción del tipo impositivo del 0,5 al 04, que es el mínimo. La subida de los valores se aplicó en el bolsillo de los vecinos de forma paulatina, a lo largo de los diez años posteriores a la revisión. El primer año se incrementó el diez por ciento de la diferencia que pudiera existir entre el valor viejo y el nuevo; por ejemplo, si el valor de 2007 era 100 y el nuevo pasaba a 200, la base por la que se pagó el IBI en 2008 fue de 110. El segundo año se sumó otro 10% y así sucesivamente hasta alcanzar el valor total al décimo año, en 2017.

Respecto a los presupuestos para 2018, el concejal de Hacienda de Moaña asegura que están solo a la espera del reparto del Plan Concellos de la Diputación, pendientes de la asignación que le toca a Moaña, para poder cerrarlos e intentar llevarlos a aprobación antes de final de año. La verdad es que el tiempo apremia. Santamarina confía en ue el Plan Concellos repita la inversión a Moaña cercana al millón de euros, "aínda que mentras non teñamos a cifra, non podemos elaborar con claridade as contas". En cuanto a los otros impuestos y tasas, también señala que quedarán congelados y que las principales inversiones en los presupuestos se seleccionarán de entre las demandas planteadas por los vecinos en los siete consellos vecinales. Sí confirma una partida para la redacción o modificación del proyecto del auditorio.

42 millones a repartir

Respecto al Plan Concellos, la Diputación ya aprobó en pleno hace dos semanas sus puesupuestos para 2018 en donde este Planfigura con 42 millones de euros, un 2% más que en el 2017, cuando se situó en los 41,2 millones de euros. La presidenta Carmela Silva anunció que en la línea 1, de Inversiones, del Plan Concellos se iban a garantizar 30 millones de euros del 2019, en el marco del plan plurianual 2018/2019, para que los ayuntamientos puedan desarrollar inversiones más ambiciosas y destinar recursos, entre otras cuestiones, a los daños producidos por los incendios.

A estas aportaciones del Plan Concellos 2018 hay que añadir un millón de euros a disposición de los ayuntamientos a través de los anticipos sin intereses y sin comisiones que, según informó Silva, "también están destinados a financiar inversiones y se firman en concurrencia entre los ayuntamientos que lo precisen".