Los vecinos que residen cerca de las obras del tercer subtramo de la futura autovía de O Morrazo mantuvieron una reunión con la Asociación de Veciños de Berducedo e Piñeiro en la que alertaron de que en las voladuras de las últimas semanas, para construir el vial alternativo y temporal al Corredor a la altura de O Meixueiro, se causaron temblores en sus viviendas. Algunos de ellos aseguran que han aparecido grietas, sobre todo en las casas más antiguas.

Después de alertar con escritos en el Concello pidieron la cita con el colectivo vecinal. Esta asociación pidió ya por Rexistro una cita con técnicos del Concello y de la empresa constructora del tercer subtramo de la futura autovía (la UTE Covsa y Taboada y Ramos) para tratar de atajar la situación. Son conscientes de que las voladuras en el vial de servicio están siendo de baja intensidad, pero cuando este tramo alternativo se abra al tráfico, entre finales de enero y mediados de febrero de 2018, comenzarán las voladuras para el gran desmonte de O Meixueiro.

Durante varios meses se trabajará con cargas explosivas para desmontar un talud que cuenta con 50 metros de altura en su cota máxima y con 400 metros de largo.

Los residentes en la zona temen que para estos desmontes las cargas explosivas sean mayores a las de los últimos días, lo que podría ocasionar daños graves en sus viviendas.

Por ello, esperan una reunión con responsables de las administraciones y de la empresa constructora antes de que comience dicho desmonte. "Quieren que visiten sus viviendas para que comprueben in situ los daños que alegan haber sufrido y para poder pactar una solución. Si es necesario prolongar las obras en el tiempo y que las explosiones tengan una carga mínima, es preferible a que las casas sufran daños graves", explican desde la propia Asociación de Veciños.

Las viviendas que se encuentran más cerca de las obras están a poco más de 50 metros de la explanada de O Meixueiro. Otras viviendas cuyos dueños aseguran sufrir temblores se levantan a unos 100 metros de los trabajos del carril alternativo. En un radio de unos 200 metros desde las obras se cuentan ya más de 20 viviendas.

A la reunión con la Asociación de Veciños acudieron unos 17 afectados, de varias casas distintas. Aseguran que las zonas que notaron más los temblores son los lugares de O Meixueiro y de A Tioura.

El vial de servicio por el que se desviará el tráfico estará operativo durante unos seis meses y permitirá no cortar la circulación de este tramo del Corredor durante el desmonte. Tendrá 700 metros de largo y supone una obra compleja en sí misma, paralela a la construcción de la autovía, pues tendrá capacidad para absorber 10.000 coches diarios.