Las estadísticas registran 40 mujeres asesinadas en Galicia y 574 en todo el Estado español en la última década, una "punta do iceberg" de la situación que están padeciendo las mujeres en situación de violencia, sus hijas e hijos. Pero, más allá de las dramáticas cifras, el 25 de noviembre "non é só un día para o recordo das vítimas, senón que debe ser tamén un día para a acción, un día no que manifestar o noso compromiso contra las violencias machistas". Con este llamamiento comenzó, al final de la concurrida manifestación en la que no faltaron representantes de distintos grupos políticos, tanto del gobierno como de la oposición, la lectura de un manifiesto en el que participaron representantes de distintos colectivos sociales que dieron voz a un masivo grito social de quienes no se resignan a convivir con esta realidad y pelean por cambiarla.

"A violencia machista impide que a sociedade avance cara unha igualdade plena e o benestar común", advirtió una representante de Adicam, que pidió sistemas públicos de salud "sensibles ás realidades específicas das mulleres" y el compromiso de avanzar para lograr mujeres libres, independientes, informadas y autónomas, "capaces de tomar decisións por elas mesmas e sentirse apoiadas pola poboación en xeral". Para combatir la violencia de género es preciso "recoñecer as súas múltiples formas e manifestacións, e tamén denunciar a cultura da violencia, da violación e q cultura da submisión que alimentan a patriarcado". Combatir esa violencia significa "adoptar acordos e compromisos políticos" y aumentar los recursos para hacerle frente desde la prevención, atención y tratamiento, incidieron.

Las representantes sociales también reclamaron que se afronte la lucha contra las violencias machistas como una "prioridade institucional e política", no solo desde los departamentos de igualdad sino desde todos los ámbitos. Actuar sobre ellas supone "recoñecer graves fendas de xénero no ámbito social, económico ou cultural" y supone atajar las causas estructurales y sociales que las sustentan a través de políticas de políticas de igualdad y respeto a los derechos de las mujeres. Abogan por un "pacto de Estado contra o machismo" que no sea un simple formalismo, sino una herramienta efectiva "para que non nos sigan asasinando ainda despois de denunciar varias veces e habendo ordes de afastamento sobre o noso agresor".

También llamaron al compromiso colectivo de los ciudadanos, las instituciones públicas o los medios de comunicación, desde el Consello Municipal de Igualdade, que incidieron en su compromiso para erradicar la violencia contra las mujeres y su "firme rexeitamento de quen a exerce e da complicidade de quen as silencia", así como contra la impunidad de los agresores, la educación basada en valores machistas y sexistas. "Cangas en negro polo medo que senten moitas mulleres cando están nas súas casas ou saen á rúa". Por último, las interlocutoras sociales clamaron por una acción global, desde todos los ámbitos, para frenar la violencia. "Cando nos deixen de matar, de pegar, insultar, de menosprezar, teremos gañado ao monstro!", concluyeron entre el aplauso colectivo.