Aunque con algunas discrepancias puntuales y dudas sobre su aplicación, los vecinos del barrio de Nazaret, Avenida de Moaña y calles del entorno asumen los planes del Concello de Cangas para reorganizar el tráfico en la zona y acabar con el "caos actual" cambiando el sentido de algunos tramos, restringiendo el acceso en otros y priorizando el tránsito y el aparcamiento para residentes. Las líneas básicas de la propuesta fueron explicados ayer por el alcalde y el jefe de la Policía Local, que tomaron nota de las sugerencias vecinales para concretar el proyecto que será aprobado por la Xunta de Goberno Local y comenzaría a aplicarse a principios del próximo año. Será un paso más hacia la "peatonalización global" del casco antiguo y su entorno, una idea que los responsables municipales aspiran a poner en práctica a medio plazo.

El regidor, Xosé Manuel Pazos, insistió en que de lo que se trata es de buscar soluciones "para que poida convivir o vecindario con todos os que teñen que ir alí por calquera motivo". Y dejó claro que el Concello hace propuestas para mejorar la situación actual "con unha visión global da zona", pero "non pretende impoñer nada", sino escuchar a los vecinos e intentar consensuar las medidas más idóneas antes de ponerlas en práctica, aunque advirtió que los planes "poden perfeccionarse" incluso después de estar en marcha.

El inspector de la Policía, Alberto Agulla, desglosó algunas de esas reformas, que buscan "evitar o coladeiro de entrada" de vehículos con "dous tapóns", en la Avenida de Moaña y en el acceso al barrio de Nazaret. En la de Moaña se propone establecer la dirección prohibida desde la calle María Soliña y permitir solo el acceso a residentes, que además contarán con plazas de aparcamiento exclusivas. El tramo hasta la Avenida de Vigo pasará a ser peatonal y de acceso exclusivo a conductores residentes con tarjeta. La entrada al barrio de Nazaret por la que se accede a Mestre Carballo es ahora de doble sentido y pasará a sentido único, sin restricciones. El otro acceso, "que agora é unha coladera de coches", quedará reservado a residentes, lo que se señalizará con un gran panel indicativo. La idea es "humanizar o máis posible" la zona interior del barrio de Nazaret, que quedaría como zona de esparcimiento. En el entorno de las casas de los maestros ya se han colocado pivotes para evitar que se aparque en zonas estrechas invadiendo la acera, siguiendo el modelo que se estrenó en Aldea de Arriba.

Otra de las calles afectadas es María Soliña, donde ahora está habilitado el sentido único descendente (excepto para residentes) y se va a recuperar el doble sentido de circulación para todos los vehículos con el objetivo de facilitar el acceso a otros tramos del entorno. Para ello será necesario eliminar la decena de aparcamientos que puede acoger. En Mestre Carballo se pretende recortar parte del jardín que a menudo se utiliza como aparcamiento y regularizar ese uso.

En el tramo final de la Avenida de Moaña, desde el Concello admiten no tener una idea fija y estar "abertos a suxerencias" de los vecinos antes de decantarse por hacerla peatonal, con acceso solo a residentes con tarjeta, y algunas de las personas presentes en la reunión de ayer realizaron aportaciones, al igual que hicieron para el entorno de Fonte Ferreira, bien acogidos por el alcalde y los responsables de la Policía Local. En la rúa Paz, servicios como un gimnasio, un aula infantil o una escuela de música "obrigan a manter o acceso libre" y un espacio de aparcamiento por un tiempo máximo de 15 minutos, "suficiente para esa finalidade" de dejar o recoger alumnos.

En general, el plan municipal reserva estacionamientos solo para residentes en los tramos peatonales, mientras que en los de acceso libre se repartirán con los demás usuarios. La Policía expedirá las tarjetas y se encargará de vigilar y sancionar a los infractores.