La cascada de incivismo no da tregua a la comunidad escolar de A Rúa, que convive a diario con un surtido de residuos esparcidos alrededor de los contenedores y pide al Concello ponerle freno con más vigilancia y, lo que parecer más factible, el traslado de los depósitos a una zona menos escondida, donde los infractores no puedan descargar de forma tan impune.

De nada sirve hasta ahora el cartel advirtiendo de la prohibición de depositar residuos fuera de los contenedores bajo amenaza de multa. El lugar amaneció ayer sembrado de sacos de escombro, viejos cuadros y radiadores de calefacción, neumáticos y hasta un tresillo. Pero no es un caso aislado, pues la Asociación de Nais e Pais (Anpa) de A Rúa ya denunció en la última semana ante distintos departamentos municipales (Ensino, Medio Ambiente, Obras e Servizos y Alcaldía) otros vertidos similares, pidiendo actuaciones más contundentes.

El Concello y la empresa concesionaria actúan retirando los restos, pero la solución es pasajera. La edil de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, se ha comprometido a visitar hoy la zona, con un técnico, para valorar reubicación de contenedores y reordenar la zona.