Uriangato, municipio de apenas 60.000 habitantes del estado mexicano de Guanajuato, se convirtió por unos días en el epicentro del movimiento alfombrista internacional, con un encuentro en el que no podía faltar la representación buenense. Dos alfombristas de la Asociación de Bueu tomaron parte en una iniciativa que llenó de coloristas tapices las calles de esta ciudad en medio de las fiestas de San Miguel Arcángel. Junto a cuatro alfombristas de los catifaires catalanes, los morracenses elaboraron una alfombra circular en la que se representaron las diferentes regiones que forman parte de la Comisión Gestora Internacional, cada una de ellas con algún elemento característico, y con la figura de San Miguel Arcángel en el centro.

Un cruceiro y un hórreo fue el diseño escogido para dar presencia a Galicia, mientras que Castilla La Mancha apostaba por los perfiles de Don Quijote y Sancho junto a un molino de viento y para Castilla León se plasmaban los símbolos de su escudo. Asturias, Cataluña, Tenerife y Gran Canaria también se representaron en una alfombra que se realizó en la plaza de la iglesia de San Miguel, al igual que las otras realizadas por las diferentes delegaciones internacionales: Japón, Bélgica, Guatemala, Brasil, Italia (estos con representantes de tres colectivos distintos) e incluso con alfombristas mexicanos de Umantla. El nexo común era el lema de esta edición, "La cultura une".

Pero además de las alfombras de las delegaciones internacionales, las calles de Uriangato se poblaron con cinco kilómetros de tapices elaborados por artistas locales con el material típico del país centroamericano, el serrín teñido. Aunque el material a utilizar era facilitado por la organización, las delegaciones llevaron algo de material propio, que en el caso de Bueu es la concha, elemento común a todos sus diseños. "Las técnicas que se emplean son mixtas, como se hace en este tipo de encuentros ", apunta la presidenta de la Asociación de Alfombristas de Bueu, Carmen Santos. Esto es, se combinan las técnicas de los diferentes participantes. En el caso del tapiz de la delegación española se combinaron las usadas en Galicia y Cataluña, con algún aporte de otras zonas del territorio nacional. Serrín, flor, marmolina (polvo de mármol) se combinaron para un diseño con mucho color y que llamó la atención a los miles de personas que durante el día y especialmente por la noche en la procesión de San Miguel Arcángel se dan cita en el lugar. La coordinación del encuentro correspondió a la asociación La Octava Noche, que ya estuvo presente el pasado mes de septiembre en el Encuentro Internacional de Santiago de Compostela.

Precisamente la procesión nocturna arrojó uno de los momentos más emotivos para los alfombristas de los distintos países que participaron en este evento. La tradición marca que son las mujeres quienes sacan de la iglesia la imagen del santo y la portan durante los primeros metros del recorrido. Posteriormente, dieron la posibilidad de dar relevos a los alfombristas, que fueron pues parte activa en la procesión.

Tras esta experiencia, los alfombristas buenenses gestionan ahora para este mes una visita a una ciudad gallega para enseñar sus técnicas.