Falta ya menos de un año para que las concesiones de las naves que hay detrás del Concello de Cangas caduquen. Julio de 2018 es la fecha impuesta por la nueva Ley de Costas, que no hay que olvidar que está recurrida en los tribunales por el PSOE, para que se recupere el dominio público terrestre. Pero a estas alturas ya hay movimientos. La jefa provincial de Costas, Cristina Paz Curbera, garantizó al actual gobierno tripartito que las naves, denominadas de Ojea, reverterían de forma gratuita al Concello de Cangas, que está interesado en ellas para llevar a cabo un ambicioso proyecto cultural y de ocio, otorgándole valor a la arquitectura.

El concejal de Urbanismo, Mariano Abalo, manifestó ayer que el Concello quería toda la zona y que Costas había otorgado la posibilidad de actualizar las concesiones sin que las empresas pudiera, en un caso la de Conservas Iglesias, por estar inactiva y haberse trasladado la producción de la fábrica a otra planta que la empresa construyó en Moaña. En el caso de Conservas Paganini, Costas alega que la actividad que se mantiene no es para la que se otorgó la concesión (desde que se quemó la fábrica, la conservera mantiene en la zona un punto de venta, en una nave pegada a las que ardieron en ese pavoroso incendio de diciembre de 2011).

El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, (ACE) manifestó ayer que Cristina Paz Curbera se había comprometido con el Concello de Cangas a no conceder prórrogas, posibilidad que empresarios como Lago Paganini no descartan la posibilidad de solicitarla, porque la Ley de Costas "Las concesiones para la ocupación del dominio público marítimo-terrestre existentes, que hayan sido otorgadas antes de la entrada en vigor de la presente ley podrán ser prorrogadas. a instancias de su titular... El concesionario podrá solicitar la prórroga de la concesión desde la entrada en vigor de la presente ley, y en todo caso antes de que se extinga el plazo para el que fue concedida... La duración de la prórroga en ningún caso excederá de 75 años..." Respecto a la prórroga hay un precedente tan contundente como Celulosas en Pontevedra.

Pero esa prórroga, al menos por parte de Conservas Lago Paganini, se solicitará tendiendo puentes, a través de un diálogo permanente con el Concello, haciéndole ver la importancia de esta industria en el municipio de Cangas y la capacidad de integrar la nave actual en el entorno que se pretende. También hay disposición de dialogar con respecto al espacio sobre el que se edificaban las naves que ardieron.

Mariano Abalo manifestó ayer que si Costas no emprendió antes el trámite de la reversión fue porque quiso esperar al final de la concesión, en vez de hacerlo por incumplimiento, porque no se ganaría más tiempo. La intención es que dentro de la reversión del dominio público marítimo terrestre que Costas quiere realizar en Cangas figure también la Alameda Nueva.

El gobierno municipal todavía no tiene concebido un proyecto para la zona, por lo menos no lo hizo público. Pero sí se sabe que pretende dedicar el espacio a ocio y cultura.

El 13 de enero de 2011 Costas inicióel proceso de la reversión de de las naves de Ojea con una reunión en la que estuvieron presentess los concesionarios. El 28 de enero de ese mismo año, El Servicio Provincial de Costas, en aquel momento dirigido por el socialista Cristóbal Fernández, procedió a la reversión de dos de las naves, en concreto las de Olegario Antepazo, que estaba desocupada y ue en su día albergó la empresa Comecial Marisquera Galicia. Eran dos naves que estaban en mal estado y que amenazaba ruina.

La concesión de las famosas naves de Ojea tienen su origen en elaño 1907, fecha enla qu eCostas autorizó a Manuel Ojea y Benjamín Caamaño la concesión de estos terrenos para construir las naves para la fábrica de conservas y salazón de pesca.