Dos patrullas de la Policía Local de Cangas y dos de la Guardia Civil tuvieron que desalojar en la madrugada de ayer a más de mil personas que se encontraban armando alboroto en las calles de la "movida": Avenida de Marín y Ferrol.

Numerosos jóvenes ocupaban las calles tras el cierre de las discotecas. Era la última noche de las Fiestas del Cristo y se dejaba notar esta circunstancia. Gente haciendo botellón en la vía pública, en algunos casos con vasos de cristal que habían retirado previamente de las discotecas ya cerradas, alboroto en portales y casos de alteración del orden público, copaban el ambiente de fin de fiesta en las calles de la movida canguesa. La Policía Local de Cangas comenzó a dar la orden de desalojo de la vía pública alrededor de las 06.30 horas de la mañana. Los agentes se vieron obligados a tomar esta decisión para que la brigada de limpieza viaria, que empieza a trabajar a esa hora tan temprana para algunos y tan tarde para otros, pudiera hacerlo. En días anteriores a estos trabajadores se les quitó el carro que emplean en su labor y fueron víctimas de distintos tipos de burlas. Fueron los propios vecinos de la avenida de Marín y de la calle Ferrol los que avisaron a la Policía Local del desorden que había en la calle.

En un primer momento, las dos patrullas de la Policía Local que estaban de turno eran las que trataban de iniciar el desalojo de la vía pública. Pero más tarde acudieron otras dos patrullas de la Guardia Civil ante la reiterada petición de la guardia urbana. Entre los argumentos que se utilizaron para solicitar la presencia de patrullas de la Guardia Civil fue que los policías que estaban en el turno no disponían de armas de fuego. Poco a poco, entre los agentes de ambos cuerpos fueron despejando la vía pública para que los operarios de la limpieza pudieran trabajar con tranquilidad.

La Policía Local también se vio obligada a intervenir, más o menos a la misma hora de la madrugada, en las naves de Ojea, donde están instaladas las jaimas. Solo había una abierta, pero tenía la música muy alta. Se les obligó a apagar el equipo de música.

Este inicidente en la madrugada de ayer puso al descubierto otro que hubo en la del sábado, cuando alrededor de 500 personas ocupaban también la vía pública a su libre antojo, según señala la Policía Local. En esta ocasión se produjeron identificaciones y dos personas fueron denunciadas ante la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra, un joven veinteañero de Darbo y otro de Santander. Se les acusa de arrojar un vaso de vidrio sobre el coche patrulla de la Policía Local, que no llegó a impactar. En esta ocasión estaban tres policías en la calle y también se avisó a una patrulla de la Guardia Civil. Tanto en la madrugada del sábado como en la del domingo las patrullas de la Guardia Civil que acudieron a Cangas lo hicieron a través del 062.

Problemas similares se sucedieron el primer fin de semana de las Fiestas del Cristo, aunque no se produjeron denuncias como este fin de semana.