Los vecinos de la urbanización privada de Punta Couso denuncian miedo e indefensión ante distintos actos de vandalismo que padecieron estos meses de verano. Aseguran que hubo robos en varias viviendas y también situaciones que "alteran la normal convivencia", como la presencia de perros peligrosos sueltos, insultos y hasta amenazas. Afirman que el pasado día 18 de julio se instalaron servicios de videovigilancia privada en la finca y que el día 11 de agosto se procedió a activar el cierre del portalón de entrada a Punta Couso por la Rúa Subida a Couso. Recuerdan que este camino fue declarado privado por sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra que el Tribunal Supremo rechazó el recurso de casación interpuesto contra el citado fallo judicial.

Una vecina afectada explica que "el camino no es el originario de entrada a la finca, el que el Camino Vello de Couso, paralelo a la costa, y cuya alteración y destrucción de la fauna autóctona fue denunciado como atentado ambiental en septiembre de 2016, además de presentarse en su momento las pertinentes denuncias ante el Concello de Cangas, la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística, Medio Ambiente y el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil. Este Camino Vello de Couso entra en la finca paralelo a la costa y también es privado, pues toda la propiedad es de titularidad privada, como recogen los documentos y escrituras a los que hacen referencia la sentencias mencionadas. Dicho acceso estaba señalizado como <Propiedad Privada-Prohibido el paso> en las columnas de piedra que formaban parte del muro original de la finca, y que fueron arrancados por desconocidos".

Señalan que el acceso a la finca por el monte era inexistente hasta los años 70 y fue realizado por los vecinos y propietarios de las viviendas para acceder a las mismas. Manifiestan que el aumento de actos de vandalismo y acciones en la finca que generan inseguridad y miedo han hecho que los vecinos pongan los medios para proteger su propiedad y tener tranquilidad en sus casas.

Denuncian que una semana después de instalarlo, el cierre fue reventado e inutilizado. El acto vandálico fue denunciado el pasado día 21 de agosto y ahora mismo la Guardia Civil analiza las imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia. "Durante el fin de semana, los vecinos tuvimos que soportar insultos de gente que nos llamó de todo e incluso nos amenazó. Es una situación muy desagradable. Estamos cansados de oir que el monte es de todos... Nosotros pagamos nuestros impuestos por nuestras casas y terrenos. Las imágenes muestran como varias personas, incluso una familia entera con un carrito de bebé o dos parejas e motos, fuerzan sistemáticamente la puerta de entrada a la finca."