De nuevo este auditorio natural que es O Eirado do Costal engatusó a los enamorados del jazz, esa música que llegó del otro lado del océano y que caló poco a poco en la vieja Europa, en la España flamenca. El festival es un fuerte polo de atracción para el turista, que ansía escuchar jazz al calor de una noche de verano; es como un baño relajante con burbujas.

Fue el músico de Tavalera de la Reina Daniel Juárez el que se encargó de abrir el citado festival. Un músico joven, del año 1992, mamó jazz desde los cuatro años. Su saxofón es reconocido y reconocible, a pesar de su juventud. Ayer presentó en Cangas su nuevo disco, "Neuronal Odd Vorld", un trabajo que gestó en su estancia en Nueva York. Daniel Juárez demostró en O Eirado do Sinal que no es un saxofonista al uso. Su música de jazz se aleja de los límites tradicionales para buscar nuevas fusiones e influencias de música, pero sin perder nunca la música que empezó a aprender con su padre. Bien porque es el jazz que ahora quiere el público, bien porque hay verdaderas ganas de escuchar jazz en directo, el público aplaudió al joven instrumentista y compositor, que lo arropó a lo largo de la noche en un escenario privilegiado que volvía a llenarse. La música de Daniel Juárez puso fin a una larga jornada de calor, colas, atascos, playa y viajeros sin Cíes. El joven músico supo como conseguir el aplauso del público, cierto que se ciño a la presentación de su disco, pero ofreció guiños a esos coleccionistas del viejo jazz, a los que les cuesta determinadas fusiones musicales.

El jazz continuó después en la Cafetería Plantaciones, al lado de la excolegiata, ya cuando era hoy. Ahí actuó la banda Tres Tristesen Trío Jam.