El vecino de Bueu que a principios del mes de junio huyó de un control de alcoholemia de la Guardia Civil y que protagonizó una huida por el municipio hasta que finalmente se estrelló contra una farola tuvo que acudir ayer a los juzgados de Marín. El hombre, que responde a la iniciales D.A.O., tenía que acudir al juicio por estos hechos y finalmente hubo acuerdo de conformidad. El acusado acepta una pena de seis meses de cárcel [no deberá entrar puesto que es una condena inferior a dos años], la retirada del carné de conducir durante dos años y una multa de 389 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños ocasionados al mobiliario urbano.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del viernes al sábado 3 de junio. D.A.O. viajaba inicialmente como copiloto en el Citroën Xsara de otro vecino de Bueu. Alrededor de las dos de la madrugada fueron parados por un control de la Guardia Civil en la PO-551 a la altura del cruce de Petís. El conductor dio una tasa de 0,40 [el máximo es 0,25]y por ello tuvo que dejar el coche en la zona.

Ambos se fueron caminando, pero después se subieron al coche de D.A.O., un Citroën Saxo que estaba estacionado en otro lugar. Durante su trayecto posterior se volvieron a encontrar con la misma patrulla de la Guardia Civil, que en esta ocasión estaba realizando controles en el entorno de la farmacia de Banda do Río, en la intersección entre las calles Pazos Fontenla y Alexandre Bóveda. D.A.O. inicialmente hizo amago de detenerse, aunque luego aceleró y huyeron del lugar. Los agentes reconocieron a los dos ocupantes del automóvil y junto a la Policía Local iniciaron una persecución por el centro de Bueu -el conductor huido llegó a circular por dirección prohibida en un tramo de Alexandre Bóveda- y que luego siguió por el vial entre A Carrasqueira y Achadiza. Después de incorporarse a la PO-315 el conductor bajó inicialmente en dirección a Bueu para luego girar a la izquierda y bajar por el vial de acceso a la Praia de Beluso. Su escapada concluyó poco después porque perdió el control del vehículo y acabó empotrándose contra una farola, a la altura de la depuradora de moluscos. Cuando los agentes le realizaron la prueba de alcoholemia a D.A.O. dio una tasa de 0,80, que es constitutiva de delito porque supera el límite de 0,60. Además se comprobó que carecía del seguro obligatorio desde hacía seis meses.