El astillero de Casqueiro se ha convertido en un emblema para el movimiento social que lucha por la conservación de estas construcciones de ribeira. Afectado en 2015 por el proyecto de construcción del paseo de Seara, que contemplaba su retranqueo en el frente que da al mar, la lucha de sus defensores consiguió paralizar el proyecto a la espera de una solución alternativa en este tramo que evite que la carpintería pierda su condición de acceso directo al mar.

Ayer, el astillero volvió a hablar de mar pero a través del arte, un arte que además se quiso convertir en motivo también para reivindicar, aunque fuera de manera subliminal,que la lucha para que el astillero siga en pie, continúa. Costas no paralizó la apertura de la exposición que había solicitado el concejal independiente de XM, Javier Carro, por considerar que el inmueble no reúne condiciones de seguridad y carece de persona jurídica responsable para asumir riesgos.

La exposición,la abrieron tres artistas de Cangas: Lito Portela, Manuel Pizcueta y Xavier Ríos con piezas de pequeño tamaño realizadas con material reciclado recogido en la playa. El título es como si fuera el folio de un barco "3-VI-05-17". Las mariscadoras de Portela tiene como varas, pinceles y los recortes de las cartas náuticas de Pizcueta están pintados con dibujos de nudos marineros. Las piezas Ríos se caracterizan, tal y como señala la concejala de Turismo de Moaña, Coral Ríos, por su sencillez en las líneas, con tacos de madera que se vuelven juguetes.

La exposición, que fue inaugurada por el escritor Pepe Cáccome, permanecerá abierta hasta el 4 de junio.