En un pleno de la corporación eminentemente económico, buena parte del debate, sin embargo, estuvo relacionado con la moción del PP en la que pedía retirar el centro de compostaje recientemente instalado en el paseo marítimo del centro y elegir una nueva ubicación consensuada. El concejal Medio Ambiente, Odilo Barreiro, defendió la ubicación elegida como la idónea por cumplir con requisitos como la densidad de población, su zona de influencia y el poder instalarse sobre una superficie de tierra. Recordó que el centro de compostaje ubicado en 2016 en O Rosal no genera olores "e cada vez conta con máis veciños que participan".

La moción se rechazó con los votos en contra de PSOE y BNG y el apoyo de PP y XM. Por los populares la defendió Antonio Sánchez, que consideró la ubicación como "nefasta" y puso en duda el tiempo que pasará entre cada limpieza de los composteros, además de esperar que no se instalen más "por todo o paseo, pois supoñen un horrendo estandarte para un pobo como o de Moaña", aunque aseguró que su formación no estaba en contra de medidas de reciclaje.

Barreiro, en su defensa de la ubicación, señaló que desde diciembre de 2015 la oposición conocía las zonas en las que se iban a instalar los centros de compostaje comunitaria y recordó que con esta medida la Deputación ayuda a los concellos a cumplir una Directiva europea que les obligará a reciclar el 50% de los residuos generados en 2020.

El titular de Medio Ambiente reconoció quejas de un grupo de vecinos e incluso una recogida de firmas, "pero acudiu a explicarlle o sistema personalmente un técnico da Deputación e aclarou todas as dúbidas".

Barreiro aseguró también que mantendrán su apuesta por el compostaje con nuevos centros comunitarios en otros puntos y, entre críticas de Juncal Gallego del PP por salirse del tema, recordó la necesidad de reducir los residuos orgánicos para disminuir la dependencia del caro modelo de gestión de residuos de Sogama.

En el apartado económico el concejal de Facenda, Aldán Santamarina, dio cuenta de los informes de Intervención en los que se refleja que Moaña cumple con el objetivo de estabilidad presupuestaria, la regla de gasto y el límite de deuda. Y es que la liquidación del presupuesto de 2016 reflejó unos ingresos de 9,9 millones, unos 100.000 más de los previstos, mientras que los gastos fueron inferiores situándose en menos de 9,4 millones. En total el resultado positivo fue de 659.000 euros y, por primera vez, el remanente de tesorería de Moaña está en números verdes con un 474.122 euros.

Más debate hubo al dar cuenta del descenso del periodo medio de pago a proveedores, que pasó de 144 días a poco más de 14. Santamarina aludió a que el portavoz del PP, José Fervenza, se colgase medallas por este éxito y el propio Fervenza tomó la palabra para acusarlo de "mentir durante toda a súa intervención". El portavoz del PP volvió la vista atrás para señalar cómo se encontró el Concello cuando él accedió a la alcaldía en 2011: "Tivemos que facer fronte a moitas sentencias de millóns de euros nalgúns casos". También Juncal Gallego aludió a los gobiernos bipartitos anteriores y celebró, con ironía, "que agora lles chegase o sentido común" en materia económica.