Las sanciones que se contemplan en la actual ordenanza no son muy cuantiosas, con un máximo de 90 euros. Pero eso podría cambiar en el futuro. "Para nós non é tan importante a sanción ou a recadación como o feito de concienciar aos donos de mascotas sobre a súas responsabilidades e acabar con este problema", afirma Manuel Otero. Pero desde el Concello de Bueu admiten que no descartan recurrir a otras alternativas si la actual campaña de sensibilización no ofrece los resultados deseados.

El alcalde, Félix Juncal, apunta que la actual normativa municipal se ha quedado un tanto anticuada y pone el ejemplo de otros municipios que cuentan con normativas mucho más severas, con control del chip de los animales e incluso con el análisis de ADN de los perros [existiría un ficheron con el ADN de los animales de la localidad y en el caso de encontrar una deposición en la vía pública se extraería una muestra para cotejar con el fichero]. "Queremos que Bueu sexa un espazo máis agradable e por iso apelamos a concienciación dos veciños para erradicar este problema. Agora estamos facendo un esforzo económico importante coa colocación destas papeleiras específicas", argumenta. Pero avanza que si la actual campaña no funciona se apostaría por medidas de control y sancionadoras más duras.