La segunda jornada de voladuras en el Corredor do Morrazo de esta semana, en el marco de las obras de desdoblamiento para la conversión de esta carretera en autovía, generó durante la tarde de ayer un corte de dos horas en la circulación. La Consellería de Infraestruturas anunció con antelación los trabajos con dinamita del martes y de ayer.

Mientras que el martes el personal que ejecuta el segundo subtramo -de la empresa Dragados- resolvió con rapidez la voladura planteada y el tráfico estuvo cortado apenas unos 20 minutos, ayer los trabajos fueron más complejos. La explosión y la retirada de la piedra y la tierra que se proyectó sobre la calzada empleó a los operarios desde las 16.15 horas hasta pasadas las 18.00 horas.

Durante ese tiempo los coches eran desviados por la carretera general PO-551 tanto en la salida de Meira como en la rotonda de Domaio.

En concreto los trabajos de ayer, en el segundo subtramo, se ejecutaron en un talud situado en el margen izquierdo de la calzada en dirección Domaio-Cangas. Las explosiones se ejecutaron en el punto kilométrico 5+500, en el entorno de la salida de Meira.

La longitud de este talud es de unos 300 metros, mientras que su altura no supera los cinco metros. Su longitud hace que se tenga que volar en tres fases por lo que está previsto que el martes 28 y el jueves 30 de marzo se repitan las voladuras con las correspondientes restricciones al tráfico.

Desde Infraestruturas señalan que estos cortes responden a la necesidad de ejecutar las voladuras garantizando la plena seguridad de los usuarios de la carretera y de los trabajadores de la obra.

La construcción de la autovía es la mayor obra viaria que tiene la Xunta en ejecución en toda Galicia. La inversión total se contempla en 54 millones de euros.

Se encuentran en ejecución los dos primeros subtramos mientras que el tercero, entre Meira y la primera salida de Cangas, está ya en proceso de contratación, tras concluir el plazo de presentación de ofertas. Debería estar también en obras antes del verano.