Los cortes puntuales, por voladuras de los taludes con dinamita, regresan al Corredor la próxima semana. En concreto se espera que estos cierres se produzcan el martes y el miércoles, aunque en función de cómo avancen los desmontes en la primera jornada, igual no es necesario repetir las explosiones el miércoles.

Los cortes tendrán, como máximo, una hora de duración y se llevarán a cabo siempre entre las 14.30 y las 16.30 horas, cuando el tráfico es menor, para minimizar los inconvenientes a los conductores. El cierre se hará en la rotonda de Domaio y en la salida de Meira, desviando a los coches que traten de acceder al Corredor durante el corte por la carretera general PO-551.

El Corredor reabrió en su totalidad el viernes 24 de febrero, después de que el 2 de noviembre la Xunta decidiese cerrar los primeros 6 kilómetros de este vial, por motivos de seguridad, para avanzar en los desmontes más peligrosos y que son necesarios para ganar el espacio para la construcción de los nuevos carriles, dentro de las obras de conversión de la principal arteria viaria de O Morrazo en una autovía, que debería estar lista y operativa a finales del año 2019.

Antes de que se proyectasen piedras sobre la calzada tras una jornada de explosiones con dinamita, obligando a cortar el Corredor el 2 de noviembre para garantizar la seguridad de trabajadores y conductores, se habían llevado a cabo también cortes puntuales de este tipo, para dinamitar los taludes. Entonces los desvíos se prolongaban durante apenas media hora.

Tras la reapertura el 24 de febrero, desde las empresas constructoras de los dos subtramos de autovía en obras -Copasa y Dragados- y desde la Consellería de Infraestruturas ya se anunció que sería necesario efectuar cortes puntuales de este tipo en varias ocasiones a lo largo de los próximos meses.

A finales de febrero los desmontes del primer subtramo estaban ya ejecutados al 80%. En el segundo subtramo, por su parte, se había ejecutado en su totalidad el desmonte del gran talud de A Borna, con más de 50 metros de altura y que suponía uno de los retos principales para el desdoblamiento de esta carretera.