El homenajeado recibió un diploma que le acredita como Hijo Adoptivo de Bueu y el escudo de plata del Concello de las manos del alcalde. Veiga se mostró emocionado durante su intervención, en la que recordó a sus abuelos en Moaña y "aos que están conmigo e aos que xa non están", dijo señalando al cielo. Habló de sus inicios en la villa, de la rapidez con la que sintió el cariño de los vecinos y rememoró alguna anécdota. "Cando eu cheguei [en 1973] abrían a estrada da Cividad e logo a de Cela. Antes eran camiños nos que era todo barro e non se podía ir en coche. Unha vez tentouno [Salvador] Pi Ferrer [el médico que ejercía entonces en Bueu], quedou embarrado na Cabreira e tivo que volver en carro de bois", contó ante un auditorio que celebró con risas la historia. También recordó sucesos menos agradables, como la explosión de la fábrica de Alonso o el del coche que cayó al mar con una familia dentro.

Hacia el final de su discurso arrancó otra de las grandes ovaciones de la tarde. "Sempre me dixeron que me puiden facer millonario, que non cobraba ou que cobraba poquiño. Pero agora eu me digo, que maior riqueza hai que esta?", dijo señalando a todos los presentes en el Centro Social do Mar.