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El final de la cooperativa de rodaballo

La propietaria retoma la retirada de jaulas de Loitamar tras desprenderse varias estructuras por el temporal

Los trabajos para quitarlas del mar frente a Domaio llevaban paralizados un año y medio, tras anular Portos de Galicia la autorización para usar la rampa de varada -Ahora se trasladan y desmontan en un astillero de Meira

Las jaulas fondeadas, esta semana, con el oleaje que provoca el temporal de viento. // Gonzalo Núñez

La empresa propietaria de las jaulas de la antigua cooperativa de producción de rodaballo Loitamar, retomó en los últimos días la retirada de las jaulas que todavía permanecían fondeadas frente a la costa de Domaio. Los trabajos se retomaron cuando ha pasado alrededor de un año y medio desde que se paralizase el desmontaje de estas estructuras en la rampa de varada de Domaio, y justo después de que volviese a quedar en evidencia el riesgo que implicaba la presencia sobre el agua de estas jaulas que llevaban años fuera de uso. Y es que en las últimas semanas, con los temporales de viento y oleaje en la ría de Vigo, se habían desprendido varias estructuras. Desde la Confraría de Pescadores explican que, en principio, no tienen constancia de que estos últimos desprendimientos causasen desperfectos ni daños en embarcaciones o bateas.

Quedaban sobre el mar unas 300 estructuras, más o menos la mitad de las que existían cuando la actual propietaria, la empresa de As Neves Import-Export Martínez Souto, compró los viveros para su desguace y para reutilizar el metal. En estos momentos se empezaron a trasladar, para su desmontaje, a las instalaciones del astillero Industrias Navales A Xunqueira, en el litoral la parroquia de Meira. Así los propietarios de las jaulas evitan tener que lograr un nuevo permiso de Portos de Galicia, como el que les había permitido desmontar la mitad entre abril de 2015 y finales de ese mismo año.

Entonces el responsable de la chatarrería de As Neves contaba con una autorización de Portos para trasladar a la rampa las jaulas y desmontarlas una a una. Después los elementos metálicos se llevaban por carretera a su nave, en un camión. Sin embargo, y tras una denuncia por presunto delito medioambiental por parte del sector pesquero, Portos anuló la autorización pocos meses después, aludiendo a la generación de olores y suciedad en el muelle de Domaio. Se habían retirado entonces la mitad de las casi 600 jaulas.

Ayer mismo el organismo autonómico explicaba que el propietario había renunciado a la autorización, aunque trató de presentar una segunda solicitud. En este caso pedía un permiso de atraque, pues pretendía desmontar en una embarcación las jaulas, sin necesidad de subirlas a la rampa de varada y reduciendo así el impacto ambiental. Pero finalmente no completó los datos para poner en marcha este procedimiento.

Se optó por recurrir al astillero de Meira, cuyas instalaciones se levantan sobre terrenos que son competencia de la Autoridad Portuaria de Vigo.

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