El Concello de Moaña ha finalizado en los últimos días el plan de señalización, pintado y mejora de la seguridad viaria contratado a una empresa especializada y que arrancó en el mes de octubre. El concejal de Mobilidade, Ezequiel Fernández, explica que este programa de mejoras concluyó con unas 70 actuaciones en 40 puntos diferentes del municipio, "chegando a maior parte dos barrios", apunta.

En el apartado de señalizaciones y mejora de la seguridad destaca el suministro de barandillas pendientes de instalación en Domaio, encima del Parque das Camelias y en Pumariño, así como en la zona de As Pagonas. También se instalaron nueve espejos en cruces conflictivos para el tráfico. Dos de ellos en Berducedo y los otros en Paradela, O Real, Ramón Cabanillas, el cruce de Pedroso-Rialdarca, la curva de Fiunchal o la del desguace de Meira.

Entre las muchas señales verticales se instalaron al menos cinco de sentido único o vial sin salida en distintos caminos.

Una de las primeras medidas adoptadas y señalizadas a finales del pasado año fueron las nuevas limitaciones de velocidad. La céntrica Ramón Cabanillas pasó a tener un límite de 40 kilómetros por hora. Concepción Arenal, la Baixada ao Igrexario de Tirán, todo el Barrio de O Rosal, la calle As Barxas, el entorno del colegio de Tirán, el vial que rodea el astillero Rodman, el entorno del campo de fútbol de Domaio y el vial de Albariños tienen, con la nueva señalización, una limitación de 30 kilómetros por hora.

Entre los nuevos pasos de peatones habilitados destacan los del acceso al parking en superficie del Pazo de O Real; el de Curros Enríquez de acceso a la farmacia; los de las calles Fragata Almansa y Fragata Blanca; o los de las travesías de Rosalía de Castro, uno de los cuales facilita el acceso a los colegios de Reibón y Seara.

Las medidas para mejorar la circulación alcanzaron también a los vehículos pesados. Se limitó, debidamente señalizado, el paso de vehículos de más de 12 toneladas en Concepción Arenal y en los enlaces desde el Corredor hacia San Martiño, excepto en los casos en los que cuenten con autorización.

Mobilidade decidió también establecer direcciones únicas en la parte trasera del colegio de Reibón y en la Subida á Carrasqueira, que permite acceder a Os Remedios, en Tirán.

El entorno del campo de fútbol de Domaio fue uno de los puntos en los que más se actuó, con señales alertando del paso de peatones o indicando el peligro que supone la esquina de la instalación deportiva. Entre los cruces señalizados destaca el que enlaza San Lourenzo con Chan da Arquiña.

Se dotó a Moaña de nuevas plazas de estacionamiento para minusválidos. Cuatro de ellas en Domaio, una en Quintela y otras dos en el campo de fútbol de O Casal. En el entorno de este cambio se prohibió el aparcamiento en uno de los lados de la carretera y se cebreó en amarillo la entrada por el portal más grande para asegurar el acceso de las ambulancias.

También se señalizó correctamente el carril bici entre el Palco da Música y la rampa de A Ramona.

Una de las actuaciones más destacadas es el pintado de dos rotondas para regular el tráfico en el acceso a la antigua isla de Samertolaméu y en la entrada al instituto A Paralaia, facilitando así el acceso de los autobuses. Las rotondas de Salitre y del Portal do Almacén vieron renovadas sus correspondientes señalizaciones.

En la calle Méndez Núñez se vetó el acceso de vehículos de más de 3,5 toneladas y se prohibió aparcar en el margen derecho de la subida da Fonte da Tella.

En lo que respecta a los pintados, todas las líneas, pasos de peatones y plazas de aparcamiento de O Rosal y la calle Rosalía se repintaron. Se ordenó el aparcamiento del cementerio con una zona reservada para servicios municipales y funerarios y fueron señalizados cebreados en Ramón Cabanillas, entre otros puntos.