El alcalde de Cangas firmó ayer la orden para que el departamento municipal de Intervención pague una multa de 600 euros impuesta por la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio al Concello por depositar en una finca de Coiro "una gran cantidad" de vehículos retirados de la circulación por su estado de abandono, que estaban destinados al desguace y que eran susceptibles de contaminar el suelo. Los hechos se produjeron durante el anterior gobierno municipal, siendo alcalde José Enrique Sotelo y concejal de Medio Ambiente Jesús Graña, y aunque el Concello recurrió la sanción argumentando la inexistencia de la infracción imputada por no tratarse de almacenamiento de residuos y la supuesta prescripción de los hechos denunciados, la Xunta rechaza esos argumentos y confirma la multa, cerrando con ello la vía administrativa.
El referido depósito de vehículos en una parcela vallada del lugar de Trigás cedida al efecto por una empresa de la zona, adonde eran trasladados por empleado municipales desde la explanada del consistorio, fue detectado por agentes de la Policía Autonómica en una inspección realizada el 11 de abril de 2013. En otra visita llevada a cabo casi un año después (el 11 de marzo de 2014), se extendió una nueva denuncia policial al encontrar dos vehículos y una caravana abandonada "de considerables dimensiones", iniciando la Consellería de Medio Ambiente el correspondiente procedimiento sancionador, que ahora se da por concluido con la multa de 600 euros, tras rechazar la Xunta las alegaciones realizadas por el Concello.
El alcalde, Xosé Manuel Pazos, respondió a la sanción con críticas a los anteriores responsables municipales, del PP, y principalmente contra el entonces concejal de medio Ambiente, Jesús Graña, al que aconseja que no sea tan insistente en "fiscalizar o traballo dos demais, cando non fai ben o seu". Lamenta que la "deficiente xestión" del departamento repercuta ahora, para mal, en las arcas municipales.
