Un año más, y ya van más de 60, el Belén de Francisco Martínez abre sus puertas en la calle Berbetaña. El belenista regresa a la escenificación de una comarca montañesa, en la que destacan una montaña de casi tres metros de altura sobre el suelo con un pueblo en la cumbre. Además, como novedad, se han dispuesto galerías subterráneas con viviendas, así como viviendas en cuevas.

Desde ayer los vecinos de Cangas pueden cumplir con la tradición de recorrer el casco viejo en fechas navideñas y presenciar un nacimiento que implica meses de trabajo. Hasta 22 metros cuadrados de superficie ocupa la creación de este año. Estará abierto al público cada día entre las 10.00 y las 20.30 horas.

El juego de luces que hace que pasen los días de forma rápida y los efectos de sonido vuelven a ser algunos de los aspectos más llamativos. También destaca un río, una cascada y un lago que mide 1,5 metros cuadrados.