Hubo ayer reunión de alto nivel en la Alcaldía de Cangas. ,El regidor local Xosé Manuel Pazos (ACE) y la concejala de Obras y Servicios, Mercedes Giráldez (BNG) se reunieron con representantes de la empresa concesionaria del servicio integral del agua, UTE Morrazo. En la misma se abordó un tema delicado: la inversiones. A pesar de las diferencias que mantienen en estos momentos concesionaria y gobierno municipal por la modificación tarifaria impuesta por el gobierno, el diálogo en torno a las inversiones fue fluido. En este sentido, se acordó iniciar las inversiones, a las que está obligada la concesionaria por contrato, por Herbello.

Asfaltado

La intención es instalar el abastecimiento de agua en el núcleo. De hecho, el gobierno local tuvo que renunciar a un plan de asfaltado en la zona para acometer primero estas obras que obligan a abrir la carretera y continuar después con los trabajos de asfaltado, aunque haya que esperar a una nueva subvención. En el abastecimiento de agua a Herbello se invertirá 165.000 euros.

Paralelamente a estos trabajos de abastecimiento de agua, se llevarán a cabo obras en los numerosos bombeos de Cangas, no sin antes inspeccionar cada uno de ellos para conocer sus carencias. Las quejas sobre los bombeos son constantes. Pero también, por fin, se acometerán obras en la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Cangas (EDAR), así como obras de saneamiento en otros lugares.

Hay que señalar que después de ochos años sigue sin funcionar el sistema terciario instalado por la Xunta de Galicia y que supuso una inversión de 800.000 euros. El citado sistema estaba averiado en diciembre de 2013, cuando el anterior gobierno local anunció que sería reparado cinco años después de su instalación, incluso adelantó que iba a destinar 50.000 euros en su reparación.

Pero ayer la concejala de Obras y Servicios, Mercedes Giráldez, confirmó que seguía sin funcionar. Cabe recordar que uno de los motivos por los que el sistema terciario no era operativo se debía a que la empresa concesionaria, en aquel momento Acciona, se negaba a ello porque no entraba dentro del contrato de la concesión que había ganado y suponía un gasto a mayores.

El gasto energético actual supera los 60.000 euros. Se trata de 59 lámparas ultravioletas que iban a suponer complementar la depuración con la eliminación de bacterias en el agua residual.