La sede central de Apropark está en Bueu, donde los afectados por la enfermedad de parkinson pueden acudir a talleres de memoria, logopedia, fisioterapia. Además, gracias a la colaboración con el Concello de Bueu disponen de cuatro horas semanales de gimnasia adaptada en el cercano Centro Social do Mar. Por ello para la asociación y los usuarios es fundamental evitar un traslado a otro municipio. "Es difícil, pero si alguien tiene algún local vacío y estuviese dispuesto a ceder su uso a la asociación durante unos años sería también una buena opción", reconocen desde la directiva de Apropark, que valoran todas las posibilidades.

Además de la sede de Bueu, el colectivo tiene cedidas unas oficinas por parte del Concello de Pontevedra en la conocida como Casa Azul, donde organizan actividades de terapia familiar y de aceptación de la enfermedad, y un local cedido por el Concello de Vilagarcía donde se atiende a los usuarios de esta zona. La plantilla de Apropark está formada por cuatro personas, que cuentan con la colaboración de tres voluntarios. "Si hay personas que quieran colaborar también pueden hacerlo, como los jubilados que se mantienen activos. No se trata de venir todos los días, sino aquellos días u horas que ellos quieran o puedan", explican.

Detrás de la decisión de la retrocesión se intuyen motivos económicos y de ahorro de costes, aunque Política Social hasta la fecha ha eludido aclarar este aspecto. Lo cierto es que el pasado mes de septiembre perdió un contencioso-administrativo con la propia Seguridad Social, que le reclamaba que abonase la parte que le correspondía del pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). La Xunta se negaba argumentando que había devuelto el edificio a la Seguridad Social y al ISM, algo que estos negaban porque no se entregaba vacío. La justicia dio la razón al Estado y esto significó la orden desalojar la cafetería que también había en la planta baja, aunque de momento siguen allí Apropark y la base del 061.