La tormenta que descargó fuertes precipitaciones y aparato eléctrico en la noche del sábado dejó un reguero de incidencias en forma de reboses en la red de alcantarillado en Cangas, la inundación de un garaje del centro de Bueu y el incendio de un cuadro eléctrico en el lugar de A Madalena.

Este último suceso fue uno de los más destacables de la noche y obligó a la intervención de una dotación de los Bombeiros do Morrazo y hasta el lugar se desplazó la Policía Local de Cangas y un electricista de la brigada de servicios del Concello de Cangas. La consecuencia más evidente es que toda la zona de A Madalena, tanto en la carretera PO-551 en dirección a Bueu, como en la carretera en dirección al lugar de Herbello, se quedó sin alumbrado público. En este mismo entorno las fuertes precipataciones registradas durante la noche y madrugada del sábado provocaron el desprendimiento de parte de un talud en el lugar de Ourelo, lo que dificulta aún más circulación en un vial de por sí estrecho. Los servicios municipales tienen previsto desplazarse durante la jornada de hoy al lugar para limpiar la carretera.

La primera parte de la noche fue especialmente movida en lugares como la Avenida da Coruña o la Avenida de Ourense, donde hubo que levantar las tapas de registro de la red de alcantarillado para que los sumideros pudiesen absorber la gran cantidad de agua acumulada. También hubo algunos problemas en A Choupana y en un edificio de la Avenida de Bueu. Al principio de la noche, coincidiendo también con el punto alto de la pleamar, fue necesario desatascar las rejillas del río Bouzós antes de su paso por el centro urbano para evitar que desbordase.

Nuevo colector en Bueu

La tromba de agua se dejó sentir en Bueu, donde había especial preocupación para comprobar si las obras realizadas durante la primavera para instalar un nuevo colector con salida directa al puerto realmente funcionaba. El entorno de la Praza Massó no sufrió los problemas del año pasado y la calle Johán Carballeira no llegó a quedar anegada, pero ello no impidió que se repitiesen los problemas en el garaje de uno de los edificios de la vía, el situado en el número 6. Es una situación que ya se vivió en ocasiones anteriores y que ocasionó que el agua alcanzase una altura de entre 5 y 10 centímetros en todo el sótano.

El desborde en este caso no fue de aguas pluviales, sino también de fecales al entrar el colector en carga. Hasta el lugar se desplazó el alcalde del municipio para comprobar la situación y ayer anunció que la empresa concesionaria del servicio municipal de saneamiento, Aqualia, volverá a realizar un informe técnico para intentar aclarar el origen del problema y las posibles soluciones. "Hai que ver que pasa, por que desborda cara dentro e se hai algún problema na acometida", señalaba el regidor. Los Bombeiros do Morrazo tuvieron que acudir al lugar para poder achicar con una motobomba el agua acumulada en el garaje del inmueble.