El comportamiento de las toxinas vuelve a resultar un tanto desconcertante cuando el sector mejillonero tiene la vista puesta en la próxima campaña navideña. Dos de los tres polígonos bateeiros abiertos hace menos de una semana han vuelto a cerrar debido a un aumento en los índices de toxicidad, pero mientras tanto en Bueu las últimas analíticas están muy cerca de permitir la reapertura de las bateas emplazadas entre Agrelo y Lapamán. El último análisis ha dado negativo y si en el próximo muestreo se repiten los resultados el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) deberían abrir.

Las zonas que han vuelto a cerrar esta semana son el polígono Cangas B, el más grande de los dos situados en la ría de Aldán; el Cangas F y Cangas G, situados respectivamente en Barra y Liméns. Los parques bateeiros de Aldán y de Liméns llevaban abiertos menos de una semana [desde el 11 de octubre], mientras que las bateas de Barra habían abierto ya a finales del mes de septiembre.

A lo largo de esta semana el Intecmar ha realizado nuevos muestreos y los indicadores, al menos de momento, parecen esperanzadores para el sector, especialmente para el de Bueu. El polígono Bueu B, que es el más pequeño, continúa abierto, mientras que el Bueu A1 y Bueu A2, que agrupan cerca de 120 viveros flotantes, han dado negativo. "En realidad en el caso de Bueu A2 ya es el segundo negativo consecutivo porque la semana pasada, justo antes del festivo, también dio un resultado favorable", explican bateeiros de Bueu. La demora a la hora de realizar una segunda analítica no ha sentado bien en una parte de los mejilloneros buenenses. "En teoría con el segundo negativo del miércoles el Bueu A2 ya debería estar abierto porque el resultado fue bueno tanto por el sistema integral como por el de alturas. Pero parece que buscaban más el cierre de Beluso [el Bueu B] que la apertura de los otros dos polígonos", se quejan.

El Bueu A2 es el que acumula más días de cierre porque está clausurado desde el pasado 21 de marzo. Es una situación muy parecida a la de la campaña pasada, cuando los polígonos de Bueu cerraron a mediados del mes de marzo. Tanto el Bueu B como el Bueu A1 pudieron abrir antes de la campaña navideña, pero el Bueu A2 no pudo reabrirse hasta enero de 2016. En estos momentos, a tenor de las analíticas del Intecmar, es el que ofrece los índices de toxina más bajos de la ría de Pontevedra y desde el sector esperan que esos resultados se mantengan para poder abrir cuanto antes.