Los autónomos y pequeños empresarios del sector del naval de Moaña, afectados por los impagos de trabajos en grandes astilleros, van ganando apoyos de las administraciones para intentar poner fin a una situación que arrastran desde hace unos cinco años, que ha dejado sin empleo a 420 trabajadores y ha obligado a buscar trabajo fuera de Galicia, incluso en Holanda. Por el momento la Plataforma de afectados constituida en Moaña empezó a principios de septiembre con cuatro empresas, ahora ya son 10, pero Balbino Barcia, portavoz del colectivo, asegura que las afectadas podrían ser al menos una veintena, también de Cangas y de Vilaboa. En la última semana se incorporó una más, y en la asamblea de este sábado, a las 19.00 horas en el Concello, confía en que se sumen otras.

Sólo los impagos que arrastran las 10 empresas que integran en estos momentos la plataforma superan los 4 millones de euros pero la cifra podría dispararse a los 20 millones. Ayer mismo, Barcia y el empresario y concejal del PP, Vicente Verdeal, se entrevistaron en Vigo con la secretaria territorial de la Xunta Yolanda Lesmes; y el jefe territorial de la Consellería de Economía en Pontevedra y en Vigo, Ignacio Rial. En junio, el colectivo había presentado una petición de entrevista en la Xunta con el conselleiro de Economía, Fernando Conde, aunque no fue hasta ayer cuando fueron recibidos por la secretaria territorial, después también de que su caso saliera a la luz pública con la mediación de la alcaldesa de Moaña, Leticia Santos (BNG).

Los dos portavoces de la plataforma expusieron las inquietudes a los representantes de la Xunta que se comprometieron a estudiarlas y a volver a convocarles, una vez que esté constituido el gobierno de la Xunta, que en estos momentos está en funciones.

Balbino Barcia, propietario de Montajes Navales y Estructuras Metálicas Balban, asegura que "las cosas van bien. La Xunta está demostrando un pequeño ineterés", de hecho señala que el martes pasado recibió una llamada del gabinete del conselleiro de Economía para preguntar por la situación de las empresas: "Si pasaran de nosotros ya no nos llamaban", dice este pequeño empresario que lleva con su empresa parada por los impagos. En su caso arrastra una deuda de 150.000 euros de una subcontrata de Barreras y otra cantidad de un varadero de Ferrol, cuya mitad ya cobró y espera lo mismo con la otra. En el caso de otro afectado, astilleros y armadores atuneros le adeudan 2 millones de euros.

Al margen de los impagos, Barcia no ve claro el futuro del sector naval, si es que algún día sale de la crisis. Dice que el problema que hay que solucionar, para poner fin a los impagos, es el de los pagarés. Las empresas auxiliares siempre han estado cobrando con pagarés a 90 días, pero cuando iban al banco a cobrar "el pagaré no tenía fondos". Entiende que la administración debe de poner coto a esta práctica delictiva que lleva a la ruina a las empresas. En su caso asegura que prefirió estar sin trabajar a volver a meterse en una situación de pagarés sin fondo que le iban a provocar endeudarse más. Asegura que las grandes empresas del naval trabajan con varias cuentas y juegan con los pagarés sin fondos: "Cuando te toca el caramelo envenenado no puedes hacer nada y alguien tiene que cortar esto de raíz". La Xunta debe de forzar a los morosos a pagar, con dejarlos sin ayudas, y a los bancos a negociar condonaciones de los crésditos a los autonómos y pequeñas empresas. Barcia se forjó como trabajador en el antiguo astillero Vulcano,se define como un hombre responsable y pagador al que el miedo no le hará callar. Entiende que ellos son las víctimas de los grandes astilleros que son los que están haciendo mal las cosas, por lo que hace un llamamiento a la unión de todos los afectados para hacerse fuertes en esta lucha.