Agachados bajo las cepas trabajaban ayer cuatro hombres en la finca de Costa de Seixeira, situada en Donón. A su lado, cajas en las que se amontonaban los racimos de uva recién arrancados de la viña. Albariño, catalán, espadeiro y mencía son las variedades que recogen desde el domingo. Caldos que irán directamente a las mesas del Restaurante Cabo Home, que también cultiva otras fincas en A Redonda y Cabo do Vento.

En total, el fruto de estas tierras, saladas por su cercanía al mar y llenas de dunas esculpidas por el viento, dará para cosechar unos 5.000 litros de vino. Una recolecta de calidad que este año, dado el verano seco que ha hecho y las escasas lluvias caídas, ha tardado un poco más en madurar. El resultado es una uva de menor tamaño, pero de buena calidad.

Una de las personas que constata que, efectivamente, las previsiones para este año son buenas es Francisco Gago. Casi acostado por completo en el todavía húmedo suelo de la mañana recoge racimos de uva con la soltura que aportan los años de experiencia. En ningún momento sus manos dejan de trabajar mientras comenta como va la cosecha de esta temporada. "Penso que de cantidade hai más ou menos como o ano pasado", indica. Además, cuenta que las previsiones eran peores antes de vendimiar y, ahora, se han dado cuenta de que "a uva ten zume e boa calidade".

Los racimos se encuentran ya en su punto perfecto de maduración, rojizos en algunas partes y tiernos al tacto. "Están ben de azucre, para que fermenten como ten que ser", indica Gago. Marinero de profesión, lleva los últimos dieciséis años de su vida trabajando en la recogida de la uva. A su lado, codo con codo, está Nacho Hernández. Ambos no se ponen de acuerdo sobre si este año recogerán más kilos que el año anterior. Sin embargo, Hernández acaba sentenciando categórico "que si, que este ano vamos a recoller un pouco máis que o ano pasado".

Sin ninguna duda, el mayor peligro que ven para sus cosechas es "a néboa", comenta Gago. La alta humedad que hace que las uvas maduren mucho antes provocando que, en pocos días, se pudran. Además, es el caldo de cultivo idóneo para que proliferen plagas debido a que los insectos se reproducen de una forma más rápida en este ambiente. En la finca de A Costa de Seixeira, este año las plagas han respetado bastante a la uva. Sin embargo, también han tenido problemas puntuales con los insectos de la zona. "Quizais tiñamos que sulfatar un pouco máis as viñas", indica Gago.

Sin embargo, ahora ya es tarde. La uva hay que recogerla cuanto antes para que no se pase de su punto de maduración. Las últimas lluvias de septiembre "non axudaron moito a colleita, o único positivo é que lavaron un pouco os racimos", señala Hernández. No obstante, las escasas precipitaciones caídas han provocado que este año comiencen la vendimia unos días más tarde. "A tempada pasada a estas alturas xa empezáramos a recoller facía catro días", explica Hernández. Un desfase que, aunque corto, se achaca a la sequedad del período estival que provoca retrasos en el crecimiento de la uva.

El presidente de la Asociación de Viticultores San Martiño de Bueu, Fernando García Cendón, coincide en que las viñas han necesitado más tiempo para madurar este año. En Cela, donde él trabaja, "todavía non comezamos a recoller o tinta femia porque vén con retraso", comenta. Este tipo de uva tiene una maduración más lenta "polo que comezaremos a comezos da próxima semana", señala Cendón.

Para el grupo de Donón, la vendimia comenzó el domingo, pero se prolongará a lo largo de toda la semana. Las manos son su herramienta de trabajo para arrancar, uno a uno, los racimos que cuelgan de las parras. A medida que van recogiéndolos los trasladan hacia el centro de Donón. Allí, justo enfrente del Restaurante Cabo Home, este establecimiento tiene una pequeña casa donde almacena los racimos que recoge. A las clásicas barricas de madera se suman ahora bidones metálicos destinados a que el jugo de la uva se convierta en vino conservando mejor sus cualidades.

Durante estos días, Donón se paraliza para que sus vecinos recojan las cosechas. Todos han empezado más o menos en las mismas fechas y el vino de estas parras es uno de los más cotizados en la comarca de O Morrazo. En general, los agricultores creen que han tenido suerte este año. Su trabajo depende de los azares de la climatología, pero en esta campaña "a xente está bastante contenta debido a que as viñas están dando boas colleitas", indica Gago. Además, dentro de la pequeña población de Donón apenas se escuchan voces que disientan de esta afirmación. Sin embargo, debido a la propia idiosincrasia de los vecinos de esta población, la cosecha será buena cuando ya puedan saborear o viño novo en las copas del Restaurante Cabo Home. Mientras tanto se afanan en recolectar rápido la uva a la espera de que no haya grandes lluvias, nieblas o tormentas que podrían estropear sus campos. Esta tarde, en la viña de la Costa da Seixeira, un lugar soleado y al que hay que llegar a pie y bajo un suelo de fina arena, habrá muchos más trabajadores bajo las cepas.

La vendimia apremia y este fruto de la tierra es el mismo que alimenta a decenas de familias de la comarca de O Morrazo.