Vecinos de Punta Couso, en Vilanova, denunciaron ante el Concello de Cangas, la Axencia de Protección da Legalidade, Medio Ambiente y Seprona la actuación realizada en el camino vello de Punta Couso que conduce a una casa de turismo rural. Según relatan los vecinos se trata de un camino centenario que está dentro de la Red Natura y sobre el que se actuó con la pretensión de bachearlo. Pero afirman que no solo se bacheó, sino que se cortaron grandes árboles, helechos gigantes, así como otras especies autóctonas, además de dinamitar grandes piedras que configuraban un paisaje singular. Los vecinos denuncian el atentado que supone contra la conservación del espacio natural esta iniciativa y recuerdan que ya en verano del pasado año se denunció la situación, sin que la administración le pusiese freno. Afirman que las fotografías sacadas muestran el espolio del espacio natural que se llevó a cabo, dejando un camino centenario de gran encanto en otro de jabre donde la naturaleza fue arrasada. "No hay derecho a que la Administración permanezca pasiva ante semejante actuación", afirman los vecinos.

Asegura que el ensanche de este camino se llevó a cabo con el fin de que la casa de turismo rural de Punta Couso tuviese acceso rodado, ya que por arriba el propietario se encontró con sentencias de la Audiencia Provincial de Pontevedra, ratificadas por el Tribunal Supremo, que indican que el camino de Punta Couso es privado. Como manifiestan los vecinos que litigaron, se trata de un camino particular dentro de una finca particular, como quedó demostrado en los tribunales. El camino que llega hasta el portal donde se indica la propiedad privada que hay a continuación pertenece a la Comunidad de Montes de O Hío y a la Iglesia. Ese camino público, que da acceso a una finca particular muy grande, en la que se construyó otro sendero, es el que permitió en su día al Concello de Cangas otorgar licencia para construir, no el que pasa por la finca privada.

Los vecinos que denuncian la situación del camino vello también denuncian que sus casas son objeto muchas veces de actos vandálicos. Manifiestan que se encuentran muchas veces con las cerraduras de sus viviendas con palillos y silicona en su interior, que hay muestras de que en los porches se realizaron hogueras y que en muchas ocasiones recibieron malas contestaciones y amenazas cuando se advirtió a los visitantes que se encontraban en una zona privada.

Tampoco entienden que la Xunta de Galicia organice una ruta de de Faros por una zona que es privada.