A las 09.00 horas, José Luis López Aranguren, el letrado defensor del que se supone líder de clan, el autoproclamando príncipe de los gitanos gallegos, Sinaí Giménez, atendió a los medios en las escaleras del edificio de los juzgados, al que ayer solo podían acudir los profesionales y aquellos que tuvieran citación judicial. Aranguren volvió a expresar su preocupación y la de los "Morones" por la excesiva duración de la prisión preventiva, algo contra lo que clamaron los gitanos en la manifestación que hubo en Cangas la semana pasada. Sostiene el letrado que los "Morones" se enfrentan a molinos de viento, con respuestas negativas basadas en argumentos de tipo teórico que no entraban en el fondo del asunto. Aranguren también se queda de la cadencia de las declaraciones de los testigos protegidos, do de dos por semana o de dos por mes (el juez acostumbra a fijar los interrogatorios cuando su juzgado, el número 3 de Cangas está de guardia). También se queja el abogado compostelano de la dispersión penitenciaria de los hermanos Giménez y máxime de la situación de su defendido, Sinaí Giménez, que está en la cárcel de Villabona, en Asturias, lo que dificulta el desplazamiento de las familias. También mantiene que Sinaí, sus hermanos y sus padres se dedicaron a organizar "el caos que había en los mercadillos y para eso se agruparon en cooperativas, con el objeto de minorar los gastos y facilitar las tareas burocráticas".