Moaña es sinónimo de música. El municipio lleva generaciones aportando a la cultura gallega un sinfín de nombres representativos de los más diversos estilos musicales, desde la pura tradición gallega hasta los estilos más innovadores.

Ayer la comisión de las Festas de Samertolaméu inmortalizó la figura de los músicos al inaugurar un monumento cerca del club de jubilados de la parroquia. Una estatua de piedra con notas musicales recuerda que sin músicos no habría fiestas en Meira y que Moaña perdería un pilar fundamental de su identidad. "Os músicos foron quén de crear a banda sonora das nosas vidas", reza el texto en piedra.

El encargado de dirigir el acto fue el presidente de la Comisión de Festas, Víctor Piñeiro, que aprovechó para pedir un relevo en la directiva de la comisión. En el acto estuvieron presentes autoridades como la alcaldesa, Leticia Santos y la teniente de alcalde Marta Freire, quienes explicaron también la importancia de los músicos para Moaña.

Antes de descubrir la estatua, tuvo lugar el momento más emotivo, con la entrega de placas conmemorativas.

La comisión agasajó a Jacinto García y a Luís Chapela por su colaboración en los libros de fiestas. En el apartado musical se entregaron placas a las profesoras de música y danza tradicionales que durante generaciones enseñaron a los niños de la parroquia. Las galardonadas fueron Rosa Rivas, antigua profesora de baile del Grupo Santa Eulalia; Leonor de Sinda que fue profesora del Grupo Meiramar y Raquel Pérez, que es la actual profesora de baile tradicional en Meiramar-Axóuxeres.

También se le entregó a una placa a David Santiago, director de la Escola Municipal de Música y que este año cederá el testigo al frente de la misma.

El acto centró la programación de ayer de las Festas de Samertolaméu y concluyó con un concierto de la banda de música Airiños do Morrazo. Las orquestas Panamá y Ritmo Xoven se encargaron de la verbena nocturna. Cerca de la medianoche hubo un espectáculo de fuegos artificiales.

Procesión

Hoy las fiestas acogen la misa solemne en honor a la Virgen de Carmen a partir de las 12.00 horas, seguida de una siempre concurrida procesión con ofrenda floral en el mar.

Por la noche actúan las orquestas Trébol y Poceiro.