La visita realizada ayer a la planta de A Portela por los alcaldes de Cangas, Moaña y Bueu -Mercedes Giráldez, en funciones, Leticia Santos y Félix Juncal-, así como otros representantes municipales y provinciales -entre ellos el vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, y el diputado Xosé Leal-, tenía por objeto conocer a fondo el estado de las instalaciones y su capacidad para responder al plan de compostaje promovido por la institución provincial, que está dispuesta a financiar con hasta medio millón de euros el proyecto y la asistencia técnica si los concellos toman esa decisión, afirma su vicepresidente, César Mosquera.

La apuesta por el compostaje es una obligación "legal, ambiental e económica" para aprovechar la materia orgánica, como sobras de comidas y restos vegetales, que suponen entre el 48% y 50%, en peso, del total recogido y trasladado a Sogama (entre 13.000 y 14.000 toneladas de las 28.000 totales el último año). Si se comportara íntegramente, la factura se reduciría a la mitad, porque se eliminarían costes de recogida, traslado y tratamiento, señalan los técnicos, que prefieren empezar con cifras más modestas para el primer año: "Compostando dúas toneladas diarias, xa aforramos 50.000 euros ao ano". Estiman que en una fase avanzada se podría reciclar el 80% de orgánicos y el coste real bajaría significativamente, de los casi 200 euros por tonelada que se necesitan ahora, a 120.

En zonas rurales se apuesta más por composteros individuales, autosuficientes, y donde no sea posible, por comunitarios, atendidos por profesionales y que dan servicio a entre 60 y 300 viviendas. Los residuos que no cubran estos se trasladarían a la planta de A Portela, que necesitaría de una ampliación de terrenos para producir ese compost. Los alcaldes respaldan el sistema, cuya financiación podría vincularse al contrato de concesión. Mosquera asume que O Morrazo no puede permitirse el lujo de otra "experiencia frustrada", como la que intentó hace casi dos décadas y dice que ahora tiene más experiencia y conocimientos para no fallar.