El Organismo de Recaudación da Administración Local (ORAL), dependiente de la Diputación seguirá asumiendo la gestión tributaria y catastral de Cangas al menos hasta el 1 de enero de 2018, fecha que figura en la propuesta de la Alcaldía votada ayer por el Pleno y que alude al proceso de regularización catastral con el que se han producido unas 4.000 altas de inmuebles no declarados o cuyas características se han modificado. Esa realidad, que requiere "un esforzo á hora de verificar a súa corrección e de efectuar a súa recadación", argumenta Xosé Manuel Pazos, haría inviable asumir dichas competencia con los escasos recursos municipales, de ahí que el Concello haya desistido de sus intenciones iniciales.

La propuesta fue respaldada por el PSOE, mientras PP y Cangas Decide optaron por la abstención. Los populares bajo la fórmula de no entrar en votación y tras advertir su edil Pío Millán que era previsible que el gobierno reculara y de ello ya habían advertido hace un año al concejal de Facenda, Mariano Abalo, al que acusó de no presentar entonces una propuesta seria y un estudio técnico que avalara la conveniencia de recuperar el servicio ni hacerlo ahora para lo contrario, críticas que también utilizó Gestido.

Abalo y Pazos aludieron a la complejidad de aplicar la regularización del catastro, "unha trapallada", dijeron, que alienta a seguir delegando en el ORAL la gestión tributaria y catastral.