El traslado del cableado de la línea de media tensión que atraviesa el Corredor do Morrazo en su tramo inicial se saldó ayer con cortes de apenas 30 segundos y, por tanto, una incidencia mínima en el tráfico rodado en el vial. Las actuaciones, preparadas por la adjudicataria de las obras, Copasa, en las últimas semanas, resultaron prácticamente imperceptibles para los conductores que utilizaban en ese momento el Corredor y que tuvieron que detener sus vehículos por un periodo mínimo, el que tardaron los operarios en trasladar el cableado desde el margen que da a la montaña hasta el margen más próximo al mar.

La operación, anunciada la víspera por la Consellería de Infraestruturas e Vivenda, estaba planificada desde mucho antes y se llevó a cabo entre los puntos kilométricos 0+500 y 1+100, situados entre la glorieta de Domaio y el túnel de Montealegre. La adjudicataria de las obras del primer subtramo ya había instalado una nueva torreta de electricidad en el margen oeste, a los pies de Montealegre y en los últimos días se situaron dos construcciones provisionales de madera para pasar el cableado de un lado al otro de la calzada. Así, ayer, y con una quincena de trabajadores dedicados a la faena, la tarea fue tan simple como detener el tráfico para pasar uno de los cables y después reanudarlo. Poco después se repitió el proceso con otro de los cables. El resto de las actuaciones fueron ejecutadas en ambos márgenes del Corredor y sin incidencia alguna para los conductores. Todo ello en una franja horaria, la que va de las 10 a las 11 de la mañana, en la que el tráfico es menos intenso según los datos que maneja la consellería.

Es la segunda ocasión en la que las obras para la conversión del Corredor do Morrazo en autovía originan cortes de circulación. La primera vez fue hace un par de semanas, el día 14, por el traslado de un cable que sostenía la conducción de un abastecimiento. En aquel momento la interrupción del tráfico rodado fue de cinco minutos, y sin una incidencia reseñable. Está previsto acometer más cortes en el futuro -los estrictamente necesarios- a fin de interrumpir lo mínimo posible la actividad en el Corredor. De este modo, en unas tres semanas comenzarán las voladuras controladas en diferentes puntos del trazado. Se está a la espera de obtener los permisos necesarios y en cuanto lleguen se planificarán estas actuaciones. La idea es que los cortes vuelvan a ser puntuales y breves, sin superar los 30 minutos.