Rodríguez Ennes adquirió su retiro de Armenteira, una vieja casa de labranza, hace casi 40 años y en lo que su día fueron las cuadras habilitó la biblioteca. Pero su ansia bibliófila la hizo pequeña en poco tiempo y tuvo que realizar una ampliación para poder almacenar todos sus ejemplares. Las tres estancias que la componen ocupan toda la planta baja de la vivienda, unos 200 metros cuadrados. El catedrático cuenta con libros académicos escritos por su esposa, pero ella tiene su propia colección en otra vivienda.