Un cambio de última hora, del que no se avisó a los medios de comunicación, dificulto a éstos cubrir el acto de entrega de premios de la Mostra Internacional de Teatro de Cangas. En el programa estaba previsto, como todos los años, que primero era la ceremonia de los premios y a continuación el público asistente disfrutaba de la obra. Pero por la confección escénica de la pieza teatral, que tenía que empezar con el público entrando en el patio de butacas, con el típico revuelo de instarse en su sitio correspondiente, se decidió que los galardones se entregaran al final. La obra, que comenzó a las 22.40 horas tiene una duración de una hora y cuarenta minutos, lo que dificultaba el trabajo periodístico el día en que se cierra tradicionalmente la Mostra. La organización había decidido priorizar la escena frente al glamour de los premios. Optó también por dejar a un lado la promoción de su evento, por desdeñar el seguimiento del mismo.

Esa desafortunada decisión empañó una noche de teatro maravillosa. Antes de las 10.30 horas se habían agotado ya todas las entradas de un aforo de algo más de 400 butacas que tiene el Auditorio Municipal de Cangas. El público acudía en masa al espectáculo y a la entrega de premios, que para todo había. A las 22.20 horas, la actriz Mabel Lozano, que iba a recibir el premio de "Mulleres en Acción" que concede todos los años la organización del certamen teatral, acompañada de su marido, el productor cinematrográfico, Eduardo Campoy. esperaban en la larga cola del Auditorio, que se movía lentamente. Tenían plaza reservada, pero no entrada. Esperaban que los de la puerta los reconocieran (el público no lo había hecho). Efectivamente fue así. No hubo problemas. Más atrás de esa larga cola estaba también el alcalde Xosé Manuel Pazos y todavía más al final, el director de la Revista Galega de Teatro, galardonada con los premios María Casares, Antón Lamapereira. Las butacas reservadas para miembros de la corporación estaban vacías. Y mientras entraba en la sala la gente, los miembros del teatro Chévere, comenzaban un puesta en escena muy particular, que fue la que propició el cambio de horario del que no se advirtió. Chévere representaba la obra "Eroski Paraíso". Este grupo teatral recibiría al final de la obra el premio que concede la organización a la labor teatral.

Mabel Lozano tuvo la oportunidad de dejar sus impresiones en las tres horas de intenso debate sobre el papel de la mujer en el mundo de la cultura. La sala de exposiciones del Auditorio Municipal acogió la 16 edición de las Xornadas Mulleres en Acción: O segundo sexo.

Mabel Lozano explicó en este encuentro que había llegado tarde al cine, porque su infancia, en una pequeña villa de Toledo, no había referentes de mujeres directoras de cine. Por eso destacó la importancia de visibilidad el papel de las mujeres en todos los ámbitos para que puedan servir de ejemplo y espejo. Manifestó que su trayectoria cinematográfica está siempre centrada en la igualad de género y en la denuncia social. "Este es el cine que quiero hacer, porque el cine es una herramienta de transformación que te quita del círculo de confort y te enfrenta a la realidad. Sirve para denunciar, sensibilizar y prevenir. En el camino de la igualad son necesarias leyes, cultura y mucha educación. Casi siempre las víctimas de los delitos en el mundo tienen rostro de mujer".