La que podría ser la última convocatoria de junio de la selectividad comenzó ayer en toda Galicia y citó a 1.078 alumnos matriculados en Pontevedra, entre ellos los estudiates de 2º de Bachillerato del IES Johán Carballeira, de Bueu.

Las facultades de Ciencias Sociales e Ingeniería Forestal fueron durante todo el día un auténtico hervidero, una situación que se repetirá hoy y mañana, último día de las pruebas de acceso a la universidad, PAU.

Al tratarse del primer examen, muchos nervios y muchos repasos de última hora. Los chavales, apuntes en mano, demostraron que, pese al avance implacable de las nuevas tecnologías, el método tradicional de los esquemas, los resúmenes y el subrayado en fosforito sigue siendo el que manda cuando lo que uno se juega es un aprobado o, en el mejor de los casos, una buena nota.

Sabela Laxe, profesora de Lingua Galega en el IES A Xunqueira II, es de la opinión de que este no será el último año de selectividad. Se encuentra en uno de los jardines del campus junto a varias alumnas de su instituto, que comparten esta forma de pensar.

Del mismo modo se manifiesta, Clementina García, coordinadora de Bachillerato en el centro de Educación Permanente para Adultos, EPA, de Pontevedra, que se pregunta que si realmente es el último año, "¿quién va después a elaborar estas pruebas? podría ser muy injusto si las hacen en cada centro o universidad".

Ayer no había rincón en ambas facultades que no contase con la presencia de algunos de los chavales que se examinaban. Los repasos de última hora, que han sacado a más de uno de un apuro, siguen siendo la técnica más recurrida en este tipo de pruebas. "Si no repasas, estás muerta", comentaba una joven a otra en el descanso de mediodía.