Los vecinos de la calle Noria afectados por el derribo de los edificios donde viven pidieron al final del pleno que la corporación municipal apurara a sacar adelante un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) que pudiera legalizar la situación de los dos inmuebles e impedir así su derribo. Algunos acusaron al gobierno y también a la oposición de no haber hecho lo suficiente en este asunto. El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos (ACE) tuvo que recordarles que tanto él como su antecesor están con la amenaza de multas coercitivas porque desde los tribunales de justicia se requiere al Concello de Cangas para que cumpla la sentencia y proceda al derribo de los edificios Noria 2 y 4. Tanto él como algunos miembros de la oposición municipal manifestaron que el hecho de que un Plan Xeral modifique la situación urbanística de los inmuebles no supone de facto una legalización, de hecho, el TSXG advirtió en su sentencia que "la aprobación de otro planeamiento no es de por sí razón para legalizar la obra ejecutada".

Todos los grupos coincidieron en trabajar para solucionar este conflicto urbanístico.

Por alguna razón todavía no aclarada, los afectados pensaron que el Plan Xeral volvía a pleno tras haber quedado pendiente los plazos de pago en el pliego de condiciones que ya aprobó la junta de gobierno de Cangas. El gobierno parece haber alcanzado un punto de acuerdo en este tema: que se empiece a trabajar desde la fase de aprobación inicial.