Seis directivos de la Plataforma Beiramar -que protesta desde enero para exigir un paseo de Seara por el litoral y de 6 metros de ancho- manifestaron ayer las discrepancias que existen en el seno del colectivo. Aseguraron que la dimisión de parte de la directiva no tiene relación con la multa recibida por la presidenta del colectivo por parte de la Subdelegación, sino por desavenencias con ella. "Dimitimos porque la llamada presidenta siempre nos estaba mintiendo, nos ocultaba muchísima información, no nos tenía en cuenta y utilizaba nuestras firmas escaneadas para mandar escritos de los que a día de hoy no sabemos su contenido", alertan.

Argumentan que la situación dentro del colectivo "se volvió insostenible porque quería imponer su voluntad pese a que tratamos de dialogar en varias ocasiones". Por lo tanto, rechazan que su dimisión se deba a que se sienten responsables de la multa que la subdelegación envió a la presidenta. La primera sanción por estas protestas -recibida presuntamente por la convocatoria de una concentración antes del pleno de marzo- tiene una cuantía de 300 euros, que se reduce a 150 por pronto pago. "Dimitimos el 4 de mayo, antes de la multa", alegan. Señalan también que la directiva de la Plataforma Beiramar se limitaba a "8 personas".

Asimismo, critican que se erigiese en "presidenta de palabra, porque no consta ningún papel con los cargos de la directiva y todos los escritos los mandaba a nombre y con los datos del representante legal".

Los directivos salientes defienden que "nosotros legalizamos nuestra situación con las tasas correspondientes" y lamentan que la presidenta que recibió la multa "nunca quiso ir con la Ley, sino saltársela en más de una ocasión".

En la reunión del lunes aseguran que explicarán esta dimisión al resto de personas que integran el grupo que se concentra cada mañana. Estas 6 personas aseguran que seguirán acudiendo a las concentraciones "porque seguimos creyendo en nuestra lucha".